Romper con el Fondo, romper con los patrones

Desarrollemos la movilización para romper con el FMI

Desde el gobierno se anunció el preacuerdo con el FMI para financiar la deuda tomada por Macri durante el año 2018. Sin embargo, la historia nos demuestra que un acuerdo con el Fondo significa un mayor ajuste sobre la clase trabajadora, un ajuste que necesita la burguesía. Lejos de aspirar a la idea de una soberanía nacional en la que se ven inalteradas las bases del sistema capitalista, nuestra lucha tiene que ser por la revolución socialista para construir un gobierno de lxs trabajadorxs. 

¿En qué consiste el acuerdo?

Los acuerdos con el fondo implican una serie de metas que se deben cumplir para saldar la deuda, es por eso que se plantean objetivos para “organizar la economía”.

El acuerdo Extended Fund Facility (EFF) implica un nuevo préstamo para financiar la deuda tomada en 2018, es decir, el FMI presta nuevamente dinero para pagar la deuda que tenemos con el mismo organismo. El préstamo se irá desembolsando durante dos años y medio mediante diez revisiones trimestrales por lo tanto el monitoreo constante del FMI y la presión para cumplir metas y evitar el default, serán aliados del gobierno y las burguesías para avanzar sobre las condiciones de vida de la clase. Esto significa que durante los próximos 10 años, Argentina estará bajo la órbita directa del FMI.

En el acuerdo se establecerán una serie de objetivos para alcanzar, uno de ellos es la reducción del déficit fiscal, es decir, lo que “gasta el gobierno de más”. Este puede implementarse a través de la quita de subsidios a las tarifas de distintos servicios, la reducción de jubilaciones, del gasto social o de presupuestos vitales como salud y educación. En 2021 el déficit había cerrado alrededor de un 3% del PBI pero con una economía creciendo al 10%. Esta reducción tiene como objetivo bajar en 2022 a un 2,5%, en 2023 un 1,9%, en 2024 un 0,9% y en 2025 un 0%. 

También se establece una reducción de la asistencia del Banco Central al Tesoro, es decir, se limitaría la emisión monetaria que se utiliza para tapar los baches económicos. En 2021 esta asistencia al Tesoro fue de un 3,7% del PBI, para 2022 el acuerdo establece que alcance un 1% y que en 2024 esté cerca de un 0%.

Las reservas están al límite si bien las perspectivas económicas, auspician un ligero crecimiento, este no es suficiente. Por eso es claro que  ninguno de los objetivos planteados en el acuerdo pueden llevarse adelante si no hay un fuerte ajuste sobre la clase trabajadora. 

Aun así, luego de finalizar el periodo de dos años y medio de pagos y de monitoreo constante del FMI, quedarían 10 años más para pagar el nuevo préstamo tomado que asciende a un monto de 44.500 millones de dólares. 

En síntesis, el FMI sigue siendo el FMI. La mirada “económica” del FMI es la mirada de la estabilización que demandan los capitales concentrados. Reducción del “gasto”, aumento de tasas de interés, menor emisión monetaria, básicamente la “mirada económica” del macrismo.

El posibilismo es amigo del FMI

En este contexto, cualquier política que parta de hacer sólo lo posible termina cayendo en el lavado de cara del Fondo Monetario Internacional, planteando sueños de heterodoxia que sólo camuflan una política de ajuste antiobrera.

Hay algo que debemos decir: a este preacuerdo se llega con el FdT ‘haciendo la tarea’. Al pago permanente de deuda tanto al FMI como a los “bonistas privados”, se han sumado dos años consecutivos de pérdida salarial para el conjunto de la clase trabajadora, y esto a su vez se añade a los 4 años de pérdida de poder adquisitivo del macrismo. Lxs jubiladxs continúan padeciendo el ajuste de las “fórmulas” de actualización para que siempre queden por debajo de la inflación, ni que hablar de lxs millones de compañerxs que viven en la pobreza.

El FdT viene impulsando el ajuste y empujando el deterioro de las condiciones de vida de millones de trabajdorxs desocupadxs y ocupadxs. El pre acuerdo con el FMI solo viene a coronar esta política.

En concreto, el reclamo del conjunto de las facciones de la burguesía es aumentar el ajuste, la flexibilización laboral, la precarización, y la miseria. Esa es la política mundial de las patronales, es la única solución que se le ocurre para intentar recomponer sus tasas de ganancias, aumentar la explotación de la clase trabajadora. Es por esto que todas las fuerzas patronales hablan a favor de un acuerdo con el FMI, porque es la forma de consolidar las “reformas” que quiere la burguesía. En los hechos, pagar las deudas es el modo que las patronales que actúan en el país utilizan para para reiniciar el proceso de nuevo endeudamiento necesario para el funcionamiento de la estructura económica del país, tanto para la repatriación de utilidades por la vía del endeudamiento externo como para la inversión en el país.

Cualquier política que busque presentarse como popular tiene que partir de la ruptura con el FMI y el desconocimiento de la deuda externa, porque no hay política que pueda ser popular de la mano del ajuste.

En esa impostura cayó La Cámpora y su principal dirigente, Máximo Kirchner, renunció a la presidencia de la bancada del FdT. Veremos cómo vota luego en el congreso La Cámpora, pero por lo pronto siguen siendo parte del co-gobierno Alberto Fernandez-FMI. Al mismo, tiempo diferentes sectores del FdT sacaron comunicados de repudio al FMI y al pre acuerdo, veremos también qué hacen sus diputadxs y lo más importante, si rompen con el gobierno del FMI-FdT.

Contra el ajuste y el FMI

Es fundamental continuar desarrollando una intensa campaña en todos los frentes de intervención de lxs revolucionarixs, explicando las implicancias de este acuerdo con el FMI, como esa política va a afectar concretamente nuestras condiciones de vida, por qué el problema de la deuda no termina con el FMI y por qué es necesaria una salida obrera y popular con un programa socialista.

La enorme movilización del 11 de diciembre contra el FMI es una punta de lanza de esta campaña.

El 8 de febrero se levantará una nueva tribuna de denuncia contra el pacto con el organismo. Es muy importante participar de esta movilización, y llevar sus consignas a los diferentes ámbitos de trabajo y militancia.

La clave está en desarrollar un movimiento popular contra el acuerdo con el FMI que pueda intervenir con medidas de lucha concretas, no solo actos, sino paralizaciones de la producción, cortes de ruta y otras formas de acción directa.

La lucha contra el FMI necesariamente tiene que ir unida a una perspectiva de lucha contra el conjunto de las patronales y por un gobierno obrero, popular y socialista, un gobierno de lxs trabajadorxs y para lxs trabajadorxs.

PRC, 03/02/22.

Un comentario sobre “Romper con el Fondo, romper con los patrones

  1. Por qué nuestro progresismo rechaza medidas de ordenamiento económico y equilibrio fiscal, mientras gobiernos progresistas de países vecinos adhieren a esas políticas y logran éxitos económicos? No es hora de cambiar está forma de pensar?

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