¿Qué es el liberalismo?

Milei busca instalar la idea de que el liberalismo sería una suerte de ideología superior y emancipadora.

Para fundamentar esa posición se retrotrae a las luchas contra la monarquía absolutista en Europa, en la cual las ideas liberales tuvieron algún rol progresivo pero no eran las únicas ni las más emancipadoras.

También el liberalismo es una escuela económica iniciada por Smith y Ricardo en el siglo 18 y que se ha ido actualizando en sucesivas corrientes al compás de los vaivenes de la lucha de clases, con los neoclásicos y la escuela austríaca entre otras.

Adam Smith y David Ricardo, fundadores del liberalismo clásico.

A los liberales no les gusta la historia

La caída de las monarquías absolutas no fue resultado de pensamientos, al contrario, fue resultado de revoluciones, con lucha de calles, guerras civiles y guillotina contra los reyes en Francia. El proceso revolucionario fue turbulento y con iniciativa popular como factor dinámico. Los pensadores liberales, siempre moderados y acomodados a la clase dominante buscaron frenar la revolución de los sans culottes en Francia y mandaron a la guillotina al propio Robespierre, o conspiraron con la gentry (terratenientes) en Inglaterra para instaurar una monarquía parlamentaria, que pese a ser muy liberales mantienen un reinado por herencia de sangre.

El pensamiento liberal, fue el fundamento económico del surgimiento del capitalismo. Es decir, fue la ideología que adoptaron los capitalistas para fundamentar su acumulación y su desplazamiento de los terratenientes feudales del poder económico y político.

Ahora bien, ¿Qué es el capitalismo? Un sistema social basado en la explotación del trabajo mediante el monopolio de la propiedad privada de los medios de producción por parte de una clase social. ¿Cómo se desarrolló el capitalismo desde Europa? Mientras fue avanzando el nuevo sistema de relaciones sociales de producción, tres procesos simultáneos históricamente confluyen para consolidar el poder de la nueva burguesía, que se decía liberal.

La proletarización y el robo de la tierra a los campesinos, proceso que comienza en Inglaterra pero que fue expandiéndose a otras regiones. Así la burguesía cumplió dos objetivos. Por un lado, la expulsión de millones de sus tierras, que quedaron libres de toda propiedad y tuvieron que migrar forzosamente hacia las ciudades. Esos campesinos liberados de la propiedad (tierra, herramientas, semillas, animales), no tuvieron otra alternativa que emplearse en las nuevas fábricas que la burguesía abría. Los liberales, esconden que la “libertad” de esos campesinos de convertirse en obreros, fue forzada por las armas del estado y los cercamientos de propiedades rurales que les robaron toda posibilidad de subsistencia.

Por otro lado, el confinamiento de las mujeres al trabajo doméstico no pago. Mientras avanzaban los cercamientos y la burguesía se entronizaba como poder económico, la iglesia católica, insospechada de liberal, lanzaba la campaña de persecusión a las mujeres de Europa con la quema de brujas. Se construye a la par una imagen de aniñamiento, indefensión e irracionalidad de las mujeres, por el cual fueron siendo expulsada de los espacios públicos. Perseguidas por la Iglesia, con menos salarios en las fábricas e impedidas de administrar sus propiedades quedaron, progresivamente, confinadas a dos opciones de vida para sobrevivir: el matrimonio heterosexual o la prostitución. La carga casi total del trabajo doméstico es un trabajo fundamental para la producción de la fuerza de trabajo (parir y cuidar niñxs, garantizar comida y cuidados al grupo familiar, etc.) que luego compra por un salario el capitalista en la fábrica. Este proceso histórico es naturalizado, omitido por los estudios económicos e históricos tradiciones y, por lo tanto, no tenido en cuenta por la propia sociedad que no lo reconoce como lo que es: trabajo no pago. A los liberales les encanta la libertad y el dinero pero no están dispuestos a reconocer que ese trabajo es apropiado por la burguesía en forma gratuita.

Finalmente la conquista de América, África y Asia. Las burguesías europeas, muy liberales, no escatimaron recursos en conquistar y someter a millones de personas en todo el mundo. Los liberales no dicen nada sobre la esclavitud, hablan bobadas generales de la libertad, pero reivindican el sistema social que se construyó sobre la base de esclavizar a lxs africanxs y venderlos cual cosas. El hermoso libre mercado de personas podrían decir los liberales, pero olvidan que nadie decide libremente ser esclavo, eso se impone por la fuerza de las armas. Algo similar ocurrió en América con el genocidio de las poblaciones que ya habitaban este continente antes de la llegada de los europeos.

¿El capitalismo es el mejor sistema?

Los liberales aman el capitalismo y lo defienden como el mejor sistema social. Sin embargo el capitalismo comenzó su desarrollo hace más de 400 años. si bien el desarrollo de las fuerzas productivas en este sistema ha sido enorme, eso no se ha traducido en el fin de la pobreza, la miseria, las guerras y la injusticia.

Hoy en el mundo un puñado de ultra millonarios tienen riqueza en forma privada, que no pueden gastar en generaciones, mientras hay niñeces que mueren de hambre. Eso es el capitalismo. Mucho para muy pocos, y muy poco para muchos.

Desde la caída del muro de Berlín en 1989 y la reconversión de las economías socialistas en economías capitalistas se consolidó el capitalismo como el único sistema de producción mundial. No hay hoy economías socialistas. Desde los 90s para acá el capitalismo no ha dado muestras de ser un sistema capaz de resolver los problemas básicos de la humanidad, como el hambre en las infancias de millones de niñxs.

Las ideas liberales, bajo la hegemonía neoliberal, en los 90s proclamaron el fin de la historia y se lanzaron a “liberalizar” el mundo. Con bombas cuando fue necesario para Estados Unidos, como en Medio Oriente por ejemplo, algo muy propio de respetar la libertad ajena, y con imposiciones mediante los organismos internacionales de crédito como el FMI.

Desde los 90s para acá, las condiciones de vida de las mayorías han ido empeorando sustancial y progresivamente. Pero sobre todo, los liberales en cada crisis económica, han usado los recursos públicos para salvar a los bancos, a las empresas, es decir, a los capitalistas. Los liberales, entonces, proclaman la libertad de empobrecerse de las mayorías pero cuidan que los capitalistas no quiebren utilizando los recursos públicos, aunque luego digan que hay que recortar en salud, educación y ayuda social.

Qué hacer ante la masificación de las patrañas liberales

No es la primera vez que una ideología de la clase dominante, que fundamenta los privilegios de una minoría y el sufrimiento de las mayorías, y borra la historia de sangre que constituye el propio capitalismo, es asumida por sectores de la clase trabajadora y el pueblo.

El propio peronismo es una ideología que propone subordinar la clase trabajadora a la burguesía nacional y la política estatal. Es decir, nada de esto es nuevo.

Entonces se trata de combinar la agitación y la propaganda para confrontar con el liberalismo y el peronismo. El eje central es que la “rebeldía” liberal que intenta apropiarse de consignas del pueblo como por ejemplo “que se vayan todxs”, no quiere llevar la confrontación contra los verdaderos dueños del poder. Al contrario, busca un chivo expiatorio para evitar hablar de los que realmente acumulan en forma privada las riquezas, que viven en el privilegio absoluto y que sólo quieren defender su propia propiedad privada, aún cuando las mayorías se mueran de hambre o no lleguen a fin de mes.

PRC, 18/08/23.

Deja un comentario