En esta últimas semanas se reavivó el debate en redes sociales a partir de la serie “Adolescence” (“Adolescencia”) y el impacto de la última oleada feminista en Argentina, que desde el 2015 con el primer ‘Ni una menos’ ha tenido un gran influencia en la concientización sobre la violencia física, verbal y sexual que padecen las mujeres y disidencias sistemáticamente. Este movimiento de lucha consiguió un importante avance legislativo como es la obtención del derecho al aborto seguro legal y gratuito en 2020, derecho que hoy vuelve a ser cuestionado desde los sectores más rancios del gobierno de turno. El profundo impacto de estos avances para el movimiento de mujeres y disidencias parece haber generado una especie de desquite y victimización en redes por parte de sectores de derecha, compuesta en su mayoría por masculinos blancos cis-hetero normativos o como lo solemos llamar hoy en día «Incels».
El término Incel se dio a conocer por primera vez en 1997 y en sus comienzos fue inclusivo en género y sexualidad. En esa época aparece un sitio web creado por una estudiante universitaria titulado Alana’s Involuntary Celibacy Project. El proyecto estaba destinado a ser un espacio de consuelo y apoyo para quienes se encontraban en estados de soledad, sin sentimientos de reconocimiento y apoyo social. De esta forma, se les iba a poder brindar un lugar de encuentro con otras personas que estén atravesando una situación similar, teniendo la posibilidad de compartir experiencias y crear comunidad.
En la última década, las comunidades Incels fueron haciéndose más visibles en redes sociales como X, Reddit o foros web pero cambiaron radicalmente sus características de origen: actualmente están compuestas en su mayoría por varones-cishetero relacionados muy estrechamente con ideales de ultraderecha.
¿No es curioso que todo esto vaya de la mano? Pues no, ya que la comunidad de incels, a medida que avanzaba la lucha de mujeres, fue forjando una ideología reaccionaria que busca justificar la violencia contra ellas, deshumanizádolas y responsabilizándolas por su falta de interacciones sexo- afectivas.
Dicha ideología está fundamentada en creencias como:
-Una jerarquía basada en la apariencia, en la que el aspecto físico se considera la clave esencial tanto para las relaciones sexuales como para el lugar que uno ocupa en la sociedad.
-La creencia en la “hipergamia” femenina que consiste en creer que las mujeres son demasiado selectivas sexualmente y utilizan sus privilegios y su sexualidad para el ascenso social por encima de todo.
-Un odio profundo hacía la comunidad LGBTIQ+ expresado abiertamente, negando identidades y fomentando la violencia y persecución hacia elles como así también hacia las mujeres.
Hay una falta total de autocrítica sobre la razón de su incapacidad de crear vínculos sexo-afectivos, ponen el foco en las mujeres y niegan completamente la violencia y hostilidad con la que ellos se manejan. La culpa como siempre, recae sobre las mujeres y no sobre los varones que encarnan este tipo de ideologías.
En los debates en redes, se observa mucho un tratamiento infantil hacia los varones, como si no fueran personas adultas y conscientes de cosas básicas como que violar o matar mujeres está mal. Con esto tenemos que ser tajantes, combatir estos discursos y prácticas ya que tenemos que pensar en el tipo de crianzas se les está dando a las nuevas infancias. No pueden pretender que digamos “Ay pobrecitos los varones adultos no pueden tener vínculos” cuando es el mismo sistema capitalista patriarcal que mata mujeres el que los pone en esos lugares que no cuestionan porque eso implicaría también cuestionar los privilegios que tienen.
La derecha no solo ha usado enormemente a su favor la aparición de las comunidades incels, sino que encuentra en ellas el lugar perfecto para profundizar y reivindicar discursos de odio y misoginia, culpar al feminismo, al progresismo y la izquierda en general, no sólo de la situación en la que se encuentran los hombres, sino también de la crisis económica que atraviesa el mundo. Según sus análisis, que se hayan implementado dos o tres políticas de género provocan que de repente la economía colapse. Una ridiculez.
Esta como otras, es una más de las justificaciones que buscan sostener para seguir perpetuando al sistema capitalista-patriarcal, que es el único culpable de la situación de violencia que atraviesan tanto mujeres y disidencias como los mismos incels. Ahí está el foco, ese es el gran enemigo al que hay que exterminar.
En este sentido nos parece que el rol del feminismo fue, es y tiene que seguir siendo el de defender los derechos de mujeres y disidencias. Es el rol que ha tenido siempre, y el que debe seguir teniendo, querer hacerlo ‘responsable’ de la aparición de los incels es desviar el eje de la problemática real: la violencia en los varones-cis es la misma siempre y parece que no están dispuestos ni renunciar a ella, ni a sus privilegios.
Es por ello que tenemos que seguir organizándonos para luchar contra el capitalismo patriarcal, profundizando los debates en torno al feminismo por más incómodos que sean e incorporando con fuerza esta perspectiva socialista. Necesitamos cuestionarnos al punto de poder transformarnos para crear esa sociedad donde todes seamos humanamente diferentes pero socialmente libres, sin explotadores ni explotades ni jerarquías de género.
PRC, 17/04/25.
