Este domingo 7 de septiembre de 2025 en la provincia de Buenos Aires se realizan las elecciones legislativas provinciales y se definen también autoridades municipales.
En el marco de la crisis politica que está sufriendo el gobierno como consecuencia del destape de las coimas de Karina, y los resultados cada vez más devastadores de su politica económica para la clase trabajadora, en estas elecciones no solo se renuevan cargos provinciales sino que se juega una especie de termómetro político general.

La situación en la que les laburantes de Provincia de Buenos Aires llegamos a votar este domingo son realmente muy duras: el sueldo no alcanza; muchas personas están trabajando 10 o 12 horas diarias en una dinámica de pluriempleo para sobrevivir; el gobierno quita derechos, ajusta,  reprime y encima se queda con el 3%.
En ese marco, tanto el PJ en sus distintas fracciones como la UCR le han garantizado la gobernabilidad a Milei, incluso han sido parte de la votación de muchas de sus leyes o se han ausentado para que pasen los vetos presidenciales.

Como oposición, las conducciones peronistas no han convocado a resistir en las calles como amerita este nivel de ataque a la clase trabajadora, ni desde su estructura política ni desde los espacios sindicales que dirigen. Más bien juegan a hacer la plancha para volver al poder en algún momento presentandose como la salvación.
Como gobierno, Axel Kicillof se ha amparado en el ajuste nacional al presupuesto provincial para mantener los salarios docentes y estatales bajo la línea de pobreza, ha intentado minar el derecho a huelga en la docencia y suele llenar de policía los reclamos gremiales como las protestas de Georgalos y otros sectores que vienen sufriendo despidos. Lo que no hace, y por eso no representa una alternativa real, es sumar impuestos a quienes mas tienen – que en la provincia son muchos, son los grandes countrys, son las grandes industrias- para invertir en educación, en salud pública, en salarios dignos.   
Por eso, en este marco llamamos a votar al FITU: porque consideramos que expresa la alternativa más clara de un programa de clase, anticapitalista. Un programa que entiende que el problema es este sistema social en el cual el 1% de la población concentra más riquezas que todo el resto. Se trata ademas de compañeres que, mas allá de los debates y diferencias, nos encontramos cotidianamente en cada lucha.

Ahora bien, más allá de la discusión electoral, que es secundaria frente a la realidad que estamos describiendo, tenemos que saber que lo esencial es que aumentemos la resistencia al gobierno y a las patronales. Un voto no va a resolver los problemas de nuestra clase porque nunca lo hizo: las soluciones no van a venir de afuera, solo el pueblo salvará al pueblo. Por eso es tan importante organizarnos desde abajo y retomar los métodos históricos de nuestra clase que más de una vez ha definido en las calles el destino de este país. Y no se trata solo de resistir a este gobierno sino de construir un programa socialista, imaginar y proyectar una salida en la que nuestra propia clase, que mueve el mundo todos los días, sea también la que gobierne para lograr finalmente un mundo sin clases, sin explotadores ni oprimidxs.

PRC, 06/09/25.