Elecciones en PBA: un primer balance

Fuerte derrota de Milei en las urnas

El domingo 7 de septiembre en las elecciones provinciales de Buenos Aires, el gobierno de Milei sufrió una durísima derrota electoral que acelera la crisis política y económica, y desnuda la realidad de un gobierno de crisis, débil y contra las cuerdas.

Elecciones provinciales nacionalizadas

La decisión del gobierno de Milei de nacionalizar las elecciones como una suerte de plebiscito adelantado de su gestión fue un error garrafal.

La crisis combinada de una economía en bancarrota, en estado de cesación de pagos, recesión y caída brutal del poder adquisitivo, y el descubrimiento de las coimas de Karina Milei y los primos Menem choreando con contratos de remedios para gente con discapacidad, ahondaron el profundo malestar acumulado por la represión cotidiana a les jubilades cada miércoles, por el recorte brutal en pensiones y prestaciones para las personas con discapacidad, en fin, la bronca contra este modelo económico de ajuste y represión.

En la provincia de Buenos Aires ese malestar finalmente se expresó con un voto contra el gobierno nacional en la boleta de Fuerza Patria. Este dato es objetivo, más allá de lo que pensemos sobre la (falta de) consecuencia de las conducciones peronistas para llevar adelante la oposición a Milei.

La derrota del gobierno por más de 13 puntos de diferencia dejó en evidencia que aunque se presentaba como todopoderoso, como el que tiene relación directa con la “gente” que respalda el ajuste permanente, en realidad es débil y se encuentra cada vez más encerrado en su propio relato.

La campaña que no fue

El eje de la campaña de Milei y su runfla de arribistas y oportunistas de todo pelaje, consistía en un armado mediático sobre la inseguridad. De ahí sus candidatos centrales, un policía bonaerense Bondarenko, el narco motociclista Espert, y la hipótesis de que la “gente” los recibiría como salvadores en sus actos y caravanas.

Las movilizaciones de rechazo y escraches, que tuvieron su clímax en Lomas de Zamora y en Corrientes, donde el presidente y su hermana fueron repudiados en vivo y en directo y echados como corresponde, fueron un importante signo del cambio de clima social.

Los audios de la corrupción de la Koimera en la ANDIS que pegan sobre el amigo de Espert, ex titular de esa agencia, también dificultan la campaña de octubre, donde el candidato central ha quedado muy desdibujado.

Una crisis sin fusibles

La crisis política, agravada por la derrota, sumada a una economía sin salida, golpea en la línea de flotación del gobierno de Milei. Los principales fusibles a reventar serían su hermana, Karina Milei, la cajera del “Javo”, y el ministro de Economía, que al igual que en su paso por el gobierno de Macri deja un tendal de deuda impagable, un nuevo acuerdo con el FMI y un esquema financiero basado en una burbuja pronta a explotar.

Los cambios en el gobierno, en este marco, ya no implicarían solo quemar un par de fusibles para relanzarse, sino la entrega del gobierno a otras fracciones políticas o burguesas. La andanada de críticas que recibió el gobierno de los principales aduladores mediáticos en los canales de TN y La Nación + parece indicar que esos sectores de la burguesía y la política están pidiendo intervenir el gobierno.

En este sentido LLA se encuentra en una dura disyuntiva. Entregar el poder mientras Milei sigue cual títere siendo presidente, o aferrarse al poder en soledad con su banda y arriesgarse a terminar su mandato anticipadamente.

La impostura de la conducción del peronismo

Que amplios sectores de masas hayan utilizado nuevamente la boleta del peronismo para castigar al gobierno de Milei, no significa que la herramienta elegida vaya a dar resultados efectivos.

Ya conocemos la cantinela del PJ y sus colaterales. Desde hace dos años dicen que la relación de fuerzas para enfrentar frontalmente al gobierno de Milei no da. Sabemos que aun en pleno desastre defienden la gobernabilidad y que dicen que los diputados y senadores del PJ que fueron funcionales a Milei no son un problema del PJ, aún cuando fueron en sus listas.

Pero enojarnos con la realidad no la hace menos real. Por eso, es una tarea central del momento abrir la discusión franca con quienes han elegido utilizar la boleta de Fuerza Patria para castigar al gobierno nacional, expresando la necesidad de poner fin cuanto antes a la experiencia neofascista de Milei. Que no se haya tomado la boleta del FITU como herramienta, demuestra que parte de nuestros desafíos como izquierda es también plantear claramente las consignas de un programa clasista, señalando que el problema central es el capitalismo. 

La figura que emerge como triunfante, la del gobernador Axel Kicillof, no es ajena al ajuste. El superávit de la Provincia de Buenos Aires está basado en el ajuste sobre los salarios de estatales y docentes, que han perdido salvajemente el poder adquisitivo. No se han tocado los impuestos y ganancias de quienes mas tienen que en la provincia son muchos: quienes viven en sus enormes countrys y los dueños de las industrias. También,el gobernador, ha llevado adelante duras represiones en su primer mandato, como fue en Guernica, y en este ha armado operativos policiales muy grandes en movilizaciones como las de docentes combativos, las del SUTNA, los despedidos de Georgalos, entre otras. Por eso no vemos en FP una salida real para les trabajadores, porque si bien se oponen a las caras más duras del modelo de Milei, no llevan adelante un programa que parta de afectar las ganancias capitalistas para beneficiar a las y los trabajadores

Nuestras tareas ante la situación

La forma de derrotar completamente a Milei no se agota en votar y esperar a 2027. Necesita de medidas de lucha contundentes de la clase trabajadora hoy, desatando un amplio movimiento de deliberación en asambleas de base en fábricas, universidades, escuelas, barrios para definir un plan de lucha unificado de trabajadores ocupades, precaries y desocupades, jubilades y estudiantes.

Si Milei se va en dos años sin movilización popular, el mensaje que les dejamos a los grandes empresarios y a los políticos que asuman el recambio es que estamos dispuestos a bancarnos años y años de ajuste y extrema pobreza, esperando siempre a la siguiente elección, alternando dirigentes sin mayores consecuencias. Es muy distinto que seamos nosotrxs como clase quienes condicionemos los tiempos, el modo y la perspectiva con la que se termine el actual gobierno. 

Es imperioso discutir con quienes han considerado ponerle un freno a Milei en la elección, la necesidad de aprovechar la debilidad del gobierno para derrotarlo, y que nunca más le peguen a un jubilado en el congreso, que se aumenten los salarios y jubilaciones y que se inicie un proceso de recuperación del empleo, bajando la cantidad de horas que trabajamos.

También es importante seguir profundizando el desgaste del gobierno hablando abiertamente de la descomposición, de la corrupción y de la crisis económica que no para de castigarnos, para que aquellos sectores que entendieron que había que ensayar con este experimento luego del desastre del gobierno peronista de Alberto, Cristina y Massa, no se abroquelen con el antiperonismo.

Las consignas centrales en todo este proceso que se abre, tiene que ser la de que Milei se vaya y el no pago de la deuda en pesos y en dólares del Estado y el Banco Central. Es fundamental articular las luchas sectoriales con esta perspectiva, siempre en la medida que el movimiento sea receptivo y se pueda lograr sin caer en formalismos.

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