
Crisis capitalista
La crisis del capitalismo tiene alcance mundial. Y, desde sus inicios en 2007/08, los capitalistas no logran resolverla. El estancamiento y la recesión de la economía pululan de punta a punta del globo terráqueo.
Una sola imagen, a modo de fotografía, permite ver con claridad la dimensión de la crisis que transita el capitalismo: el reciente Foro Económico Mundial de Davos en Suiza se realizó en medio de la caída de las principales bolsas del mundo, del derrumbe del precio del petróleo, y de la crítica situación de la economía china. Si a esto sumamos las guerras en Medio Oriente y la crisis de los refugiados sirios, el cuadro queda completo.
“Desde hace 46 años (es decir desde el inicio de los encuentros de Davos) no recuerdo haber tenido que enfrentar tantos problemas al mismo tiempo”, declaró el fundador del Foro, Klaus Schwab, haciendo referencia al marco de crisis en el que navega el capitalismo.
Para intentar salir de esta situación que ellos mismos generaron, los capitalistas y sus gobiernos buscarán recortar las conquistas sociales y que seamos nosotros, los trabajadores y trabajadoras del mundo, quienes paguemos los costos de su crisis.
¿Cuál es la situación de Argentina y de la región?
En una economía mundial en la que la desaceleración del crecimiento, el estancamiento y la recesión son los rasgos característicos, los principales socios comerciales de Argentina están en el centro de la tormenta.
Nos referimos a Brasil (en el marco del Mercosur) y a China. Durante el año que comienza, Brasil seguirá en franca recesión, mientras que China continuará en vertiginosa desaceleración.
Esta situación, junto a la baja en los precios de los commodities que exporta el país (pese a la reciente devaluación, a la liberación del mercado de cambios y a la eliminación y reducción de las retenciones), agudizará la crisis en la Argentina.
En este marco, Cambiemos le ha ganado la interna al peronismo para ser el actual administrador de los negocios de la burguesía, tarea a la que puso rápidamente manos a la obra. Basta con echar una mirada sobre sus primeras medidas de gobierno para notar con qué fervor defiende los intereses empresariales, asegurándoles grandes ganancias, lógicamente en detrimento de la clase trabajadora.
Por último, cabe destacar que este ajuste que en la Argentina encarna Macri es parte de una tendencia que se da en toda la región ante el agotamiento del proceso populista, tanto en el Brasil de Dilma, en la Venezuela de Maduro, o en el Uruguay de Tabaré, por poner algunos ejemplos.
De esta forma, con la agudización de la crisis como telón de fondo, la vuelta a gobiernos de tinte liberal se va tornando una realidad, ajustándose así a las necesidades actuales de acumulación del capital radicado en la región.
¡A frenar el plan de ajuste!
La unidad de los capitalistas en torno al gobierno de Macri es fuerte. Cuenta con el apoyo estratégico de la burguesía exportadora local, del capital financiero internacional, y de los capitales imperialistas más concentrados.
Por su parte, los capitalistas que vieron encarecer sus costos de producción por la devaluación del peso, tienen vía libre para trasladar este encarecimiento a los precios.
Todos los demás partidos de la oposición patronal van cerrando filas y acompañan y avalan el rumbo actual del gobierno macrista.
El plan de recorte que intentan imponer viene, naturalmente, con una profundización de la represión y de la persecución política hacia todos aquellos sectores que salgan a luchar, única forma de hacer pasar su plan de ajuste ante una clase trabajadora que, sin duda, dará batallas.
Los trabajadores y trabajadoras tenemos que desarrollar, con independencia, la más amplia unidad de clase para frenar el ajuste que nos vienen imponiendo, y que la crisis la paguen los capitalistas.
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Editorial Voz Obrera Nº 4, enero febrero 2016, Partido por la Revolución y el Comunismo – PRC