Favores a asesinos y genocidas, palos a los que protestan

pedraza

De diciembre aquí se han hecho todo tipo de concesiones a sectores promilicos de la sociedad. Se ha apartado de la causa, sobreseído o beneficiado con domiciliaria en lugar de prisión efectiva a más de una docena de represores de la última dictadura militar según denuncian organismos de DDHH.  También se sobreseyó a 15 imputados al cerrar la causa Fuentealba 2. Además, el gobierno de Cambiemos nombró un tendal de genocidas en el Ministerio de Defensa y provocadoramente fue mostrado Marcos Peña, jefe de Gabinete hablando del proceso de organización o de reorganización (es indistinto) que inician, pretendiendo así hacer alusión al Proceso de Reorganización Nacional, la última dictadura militar.
En el día de hoy se supo, por último, que Pedraza, aquel que mandara a su patota de la Unión Ferroviaria a matar al militante del PO Mariano Ferreyra  en el 2010, fue también beneficiado con la prisión domiciliaria.  En ese contexto se convoca para mañana a una gran marcha para reestablecer la pena de prisión efectiva de tan solo 15 años que se hubiera conseguido a partir de la movilización y la lucha en el año 2013.
Todas estas medidas no son sino la aceleración de una serie de tendencias que ya estaban presentes en el período anterior, pero que había sido nuestra propia lucha, la de los sectores obreros y populares la que venía frenando su avance.
El siglo abre con una insurrección popular como fue la de diciembre del 2001, con 30 muertos en las calles y un proceso de movilización de masas que tiene su pico máximo con el asesinato a sangre fría de Darío Kosteki y Maximiliano Santillán el 26 de junio del 2002. Hoy Cambiemos intenta hacer un protocolo antipiquete que no solo habría legalizado estas matanzas es pos del derecho al «libre tránsito», sino que además hubiera impedido su esclarecimiento (al impedir el libre tránsito de la prensa en manifestaciones no se podría como en aquel caso esclarecer por fotos periodísticas la responsabilidad policial en los crímenes).
Sin embargo, como decíamos, todas estas tendencias estuvieron larvarias en los 14 años subsiguientes. 14 años donde desaparecieron por segunda vez a Jorge Julio Lopez por atreverse a señalar a sus torturadores, donde el gatillo fácil estuvo a la orden del día con casos emblemáticos como el de Luciano Arruga entre centeneres de otros, donde incluso la burocracia sindical se atrevió a matar a uno de nuestros compañeros, a Mariano Ferreyra.
Lejos de ser fuerzas oscuras independientes totalmente del gobierno K, fue este gobierno el que castigó con la prisión perpetua a los petroleros de Las Heras castigando así a la pueblada que mató al policía Sayago. Es que este gobierno fue muy limitadamente un gobierno de los derechos humanos: capitalizó las demandas de reconocimiento cultural de los crímenes de la última dictadura, bajó el cuadro de la ESMA pero avanzó lo menos que pudo: no fue a fondo con juicios sumarios a los genocidas sino que permitió todo tipo de maniobras que lentificaban las causas, verificándose que muchos genocidas murieron tranquilos en sus casas o se fugaron. También se eligió retocar los centros clandestinos para tornarlos más «alegres» (murgas y asados en la ESMA, recitales sobre la exposición de restos de desaparecidos en Pozo de Arana) e incluso no se admitieron incontables evidencias para abrir causa por centros no investigados como es el caso de Campomar en Lanús. Por último, se ungió con cargos destacados en el Estado a Berni, un ex espía de los mineros de Río Turbio y a Milani, acusado de delitos de lesa humanidad; a la vez que se limpiaba el legajo del Papa Francisco, acusado de entregar a dos sacerdotes de su orden en la dictadura.
Cambiemos es, sí, la derecha. Pero a esta derecha el kirchnerismo le ha provisto las condiciones de posibilidad para operar. No solo todo lo anterior sino que además se ha multiplicado incesantemente los presupuestos de seguridad e inteligencia durante la década ganada al punto de tener varios lugares del país donde se cruzan dos y hasta tres fuerzas de segur
idad en el mismo territorio. También, y por último, ha sancionado la Ley Antiterrorista en el 2007 y la usó contra quienes bloqueaban a las mineras en Catamarca en 2012.
Es decir, el gobierno de Cambiemos tiene sentadas las bases legales para avanzar en una profundización de un programa derechista. Pero si este programa no avanzó antes fue por la resistencia que supimos oponerle. Así, mientras sectores festejaban al kirchnerismo, sectores obreros y populares desarrollamos un Comité por los presos de las Heras, respondimos inmediatamente a la detención del Pollo Sobrero, acompañamos a los movimientos de DDHH pidiendo la profundización de estas políticas, denunciamos a Berni, a Milani, el gatillo fácil y la ley Antiterrorista.
Este gobierno se cree lo suficientemente fuerte para avanzar en un ajuste brutal a la vez que pretende hacer resonar ecos del miedo a los milicos con este tipo de medidas represivas. Le decimos, la clase obrera ya ha superado el miedo  que le infundiera la última dictadura militar y está dispuesta a defender sus conquistas.
Desde el anuncio del protocolo antipiquete ya hemos salido a la calle y fuimos tantos que no se atrevieron a reprimirnos. Por esa senda seguiremos articulando nuestros reclamos para golpear como un solo puño y derribar el ajuste y el protocolo antipiquete en las calles.

MARCHEMOS POR LA PRISIÓN EFECTIVA A PEDRAZA

MAÑANA LAS 10hs en Comodoro Py
FRENTE ÚNICO CONTRA EL AJUSTE Y LA REPRESIÓN

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