Este año ha sido muy duro para el conjunto de los trabajadores ocupados y desocupados, en blanco y en negro, precarios y de planta.
El cambio de Gobierno y la crisis mundial en curso han generado un clima de ajuste que se va imponiendo mientras todos los bloques políticos del régimen acompañan.
Es de destacar que la burocracia sindical en sus variantes peronistas, yaskistas, del PC y massista han dejado al movimiento obrero organizado sin herramientas para enfrentar este ajuste. Lisa y llanamente han firmado una tregua con el gobierno permitiendo que avance con el ajuste, los despidos, la pérdida del poder adquisitivo y la precarización del trabajo.
A su turno, sectores del movimiento de desocupados y de los movimientos sociales han firmado también una escandalosa tregua. Todos estos sectores han sido compensados con plata para fortalecer sus aparatos de espalda a las necesidades reales de los trabajadores y trabajadoras.
El PRO, la UCR, el PJ, el kirchnerismo, el PS, el massismo, todos han aceptado el ajuste como política desde sus respectivos lugares, sea como gobernadores, intendentes o diputados y senadores.
La unidad de los partidos del régimen desmiente los cantos de sirena de supuestas oposiciones. Es ilustrativo de esto el Proyecto de Ley sobre Impuestos a las Ganancias. Ninguno de estos bloques plantea la eliminación de la 4ª categoría sobre los sueldos.
Ganancias tienen las patronales. Los trabajadores y trabajadoras vendemos nuestra fuerza de trabajo y no obtenemos ganancias. Las ganancias las producimos con nuestro sudor y rompiéndonos el cuerpo por los ritmos de trabajo, pero se las apropian los patrones.
El consenso de modificar la Ley de Impuestos a las Ganancias encierra un enorme problema para los trabajadores, puesto que se excluye del tributo las horas extras y los premios por productividad. Este consenso expresa la voluntad de los legisladores de todos los bloques de condicionar las próximas paritarias para que las patronales puedan aumentar este tipo de bonos que lo que hacen, a fin de cuestas, es exprimir más al trabajador.
Mientras tanto, la clase trabajadora pena por llegar a fin de mes.La inflación, cercana a un 50% anual, ha licuado todos los aumentos paritarios.Los bonos de fin de año, en aquellos lugares que se consiguen, no cubren la pérdida de poder adquisitivo. Continúan los despidos en el Estado y en el sector privado;avanzan con una nueva ley de ART aún más perjudicial para nosotros; pretender reformar los regímenes jubilatorios; los jubilados siguen con sueldos de hambre; la pobreza crece; se recortan los presupuestos educativos y de salud.
Con este cuadro, está planteada más que nunca la necesidad de un movimiento obrero unificado tras un programa de lucha, que le ponga frenos a la voracidad patronal y del gobierno.
La huelga general, como expresión de la fuerza organizada de la clase trabajadora, es una necesidad para no seguir perdiendo derechos y poder plantear la necesidad de una forma diferente de organización de la sociedad.
No podemos seguir esperando que lleguen los “buenos tiempos” mientras los ricos siguen haciéndose más ricos y los trabajadores cada día más pobres. Es hora de plantear blanco sobre negro que la crisis actual responde a la irracionalidad de la economía capitalista, que privilegia el lucro privado por sobre las necesidades sociales.
Si los trabajadores y trabajadoras producimos todo, si el mundo se mueve gracias a cada una de las tareas que hacemos, desde barrer las calles hasta enseñar en las aulas, desde fabricar vehículos hasta producir los alimentos que comemos a diario, desde mover los camiones y los trenes, cosechar el trigo o la soja y matar las vacas, la riqueza debe ser de quienes las producimos, debe estar al servicio de quienes las producimos.
Es necesario romper la tregua. Es necesario luchar en unidad. Los trabajadores por nuestra cuenta y con nuestro programa debemos empezar una fuerte campaña, fábrica por fábrica, escuela por escuela, empresa por empresa, hospital por hospital, redacción por redacción, para levantar una huelga general activa con un programa propio. No podemos ser la variable de ajuste.
El 20 de diciembre movilizamos a la plaza de Mayo para conmemorar el argentinazo, aquella insurrección popular que puso fin a las políticas de ajuste de Fernando de la Rúa, tomando esa experiencia como un puntapié para el movimiento combativo que debemos desarrollar en la hora actual. Te convocamos a movilizar con esta política.
¡Basta de ajuste sobre la clase trabajadora!
¡Asambleas en los lugares de trabajo para impulsar la huelga general!
¡Por el poder obrero y el socialismo!
Partido por la Revolución y el Comunismo – PRC, 09/12/16.