Venezuela viene atravesando una profunda crisis social que aún tiene final incierto. Su economía, basada principalmente en el petróleo, no logra remontar. La derecha liberal pretende aprovecharse de la situación para hacerse con el poder. La clase trabajadora necesita construir una salida política independiente de ambos sectores políticos y confiar en su propio proyecto.
¿Qué sucede en Venezuela?
En las últimas semanas, la derecha liberal venezolana representada a través de la MUD (mesa de unidad democrática) impulsó una serie mayor de marchas, manifestaciones y enfrentamientos en las calles con las fuerzas policiales, que dejaron un saldo de por lo menos 26 muertos y cientos de heridos.
Sumado a esto, desde el exterior, EEUU presiona a través de la OEA, llamando a hacer una reunión para tratar la situación del país sin el consentimiento y participación de Venezuela, lo que hizo que el gobierno de Maduro anuncie la salida del organismo.
Estas acciones más las acusaciones constantes de falta de democracia y libertad en Venezuela, promovida por los grandes medios de comunicación y por parte de otros gobiernos, como el del golpista Temer de Brasil o el de Macri, son las presiones constantes que recibe el débil gobierno chavista de Maduro para que renuncie o llame a nuevas elecciones.
¿Qué es el chavismo?
El chavismo, que gobierna Venezuela desde 1999, fue siempre, desde sus inicios hasta hoy, un proyecto más dentro de las posibilidades del capitalismo.
Con un fuerte componente populista y estatal, la “revolución bolivariana” nunca modificó realmente las bases capitalistas del país, nunca intentó terminar con la explotación ni socializar los medios de producción.
Pero, a diferencia de los gobiernos anteriores, sí avanzó en la mejora social y económica de los sectores pobres con avances sobre todo en salud y educación. Estos sectores de la clase trabajadora fueron y siguen siendo la base que sostiene al chavismo en el poder.
Petróleo: bonanza y crisis
Venezuela, el país con mayor reserva petrolera del mundo, basó su economía en la exportación de barriles, sobre todo a China. El 96% de los ingresos por exportaciones son del petróleo. Por otra parte, su fuerza política se asentó en el ejército y en los sectores más pobres de la población.
Pero, a partir del 2014, con la caída del precio del petróleo a nivel mundial, Venezuela, dependiente de la exportación de esta materia prima, entró en una crisis que se agudizó en 2016 con una fuerte inflación y una fuerte escases de alimentos.
Crisis social que está aprovechando la derecha liberal local y el imperialismo norteamericano para desgastar y sacar a Maduro, con el fin de imponer un gobierno más afín a sus intereses, hacerse con las reservas petroleras que hoy en día están en manos de la empresa estatal PDVS, y golpear sobre las condiciones de vida de la clase trabajadora.
Por una salida política de clase
Como decíamos, el chavismo no modificó la estructura económica y social capitalista en Venezuela. Además, no diversificó su economía y siguió con un modelo dependiente principalmente del petróleo.
Mientras el precio de esa materia prima iba en alza, el estado tuvo recursos y repartió. Hoy, la caída de ese commodity explica en gran medida la crisis que atraviesa el país.
La clase trabajadora tienen la difícil tarea de, por un lado, frenar los avances de la derecha liberal y el imperialismo, y, por otro, romper políticamente con la supuesta revolución bolivariana representada en Maduro, para construir por primera vez en la historia de ese país un proyecto propio de independencia de clase hacia el socialismo.