Los precios de las tarifas se llevan gran parte de nuestro ingreso familiar, volviéndose impagables en muchos casos. El gobierno ratifica el tarifazo y banca al ministro Aranguren. Las manifestaciones y movilizaciones son nuestras herramientas de lucha para voltear el tarifazo.
¡Fuera el FMI!
El gobierno sigue su rumbo, arrastrando a la sociedad hacia una crisis económica. El anuncio de Macri y Dujovne de un blindaje económico con un préstamo del FMI sólo garantiza la continuidad de la fuga de dólares hacia el exterior financiados por medio de la deuda pública.
Las consecuencias de los programas del FMI son conocidos. Las hemos visto en Argentina y también en Grecia. Estos préstamos sólo anuncian que se van a redoblar las políticas de ajustes. La reforma previsional que ya aprobaron junto a la tributaria se van a completar con la reforma laboral.
El escenario local se complica con la devaluación del peso (lo cual dispara la inflación), mientras el gobierno sigue hablando de una meta de 15% de inflación para ponerle techo a los salarios y deteriorar aún más nuestro poder adquisitivo. Además, la suba de tasas de interés para la timba financiera son políticas claramente recesivas, que van a generar mayor retraimiento del mercado laboral, con despidos, suspensiones y mayor flexibilización.
Debemos enfrentar el plan de la burguesía
La burocracia sindical y la oposición patronal juegan al juego de la gobernabilidad y dejan pasar un ajuste que va a costar carísimo a la clase trabajadora. En este contexto, las conducciones gremiales que no llaman a la lucha son lisa y llanamente cómplices del ajuste.
La clase trabajadora debe intervenir. No podemos seguir esperando.
Llamamos al conjunto de la población, trabajadoras y trabajadores, desocupadas y desocupados, estudiantes, a movilizarse masivamente contra el FMI, el ajuste y la reforma laboral.
Exigimos que todas las centrales obreras convoquen de emergencia a congresos de base con mandatos para definir un plan de lucha, que debe iniciar ya con un paro nacional de 36hs. activo, con movilizaciones y piquetes en las calles.
Llamamos al conjunto de las fuerzas revolucionarias a lanzar una fuerte campaña en los lugares de trabajo por asambleas de base para debatir cómo salir de la crisis y que no seamos quienes paguemos los platos rotos; una voz unitaria que construya una alternativa de lucha común para la clase.
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