Este 25 de mayo se cumplió un nuevo aniversario de la fundación del Partido Revolucionario de los Trabajadores, surgido en 1965 a partir de la fusión del Frente Revolucionario Indoamericano Popular (FRIP) liderado por los hermanos Santucho y Palabra Obrera (PO) liderado por Moreno. Mucho es el desconocimiento de esta organización entre vastos sectores de la militancia aún hoy, desconocimiento genuino y también interesado. Se trató, para nosotrxs, de la experiencia revolucionaria más alta de la clase trabajadora en Argentina durante los 60/70, entre otras organizaciones que inscribimos dentro de la corriente política que hemos denominado “Trotskismo de Combate”. Para recordar aquella experiencia partidaria, iremos publicando en esta semana por partes un capítulo de nuestro folleto “La corriente política negada. Una reivindicación histórica del trotskismo de combate en los 70”, en el que desarrollamos brevemente los principales aspectos de la intervención política desplegada por el Partido Revolucionario de los Trabajadores – PRT.

Parte I: el surgimiento del PRT y la inserción en el movimiento obrero
Partido Revolucionario de los Trabajadores – PRT
El PRT fue un partido marxista-leninista con una gran inserción en la clase obrera, que tuvo como prioridad el desarrollo en el seno de la clase, para lo cual desplegó una política integral que implicó la intervención en múltiples frentes: el sindical, el político-ideológico, el antirrepresivo, el estudiantil, el cultural y el militar.
Desarrollaremos brevemente a continuación los principales aspectos de las diversas intervenciones políticas desplegadas por esta organización.
● El PRT en el movimiento obrero
El PRT tuvo una enorme inserción y fueron parte fundamental de muchos conflictos obreros y experiencias de recuperación sindical, con el Movimiento Sindical de Base (MSB) como máxima expresión de su desarrollo propio.
Una de las ideas que más se esgrimen a la hora de criticar el desarrollo político del PRT es la hipótesis de que no tenían inserción en la clase obrera. Esta idea, que ha sido repetida por múltiples organizaciones de izquierda que pertenecen a otras tradiciones políticas, realmente constituye un prejuicio y no un argumento, pues todos los estudios históricos sobre esta organización prueban no sólo que tenían una amplia inserción en muchísimos sectores fabriles de Buenos Aires, Córdoba, Rosario y el interior del país, sino que el trabajo sobre la clase y el movimiento obrero eran una prioridad absoluta para el partido.
El PRT fue de hecho el partido trotskista con mayor inserción obrera en el período y con mayor participación en las batallas de la clase en ese momento histórico, combinando una militancia sindical fuerte con una sostenida propaganda política y la voluntad de no sólo desarrollar el sindicalismo sino también el partido en el seno de la clase.
La investigación histórica muestra que su inserción en la clase era real, sostenida y planificada.
En tal sentido, es para destacar la construcción y desarrollo del MSB, sobre el cual podríamos decir que fue el frente “sindical” del PRT, que surgió también (como el FAS) a raíz de la apertura “democrática” hacia fines de 1972, principios de 1973. Este movimiento tuvo como principal objetivo la creación de un espacio amplio de carácter anti burocrático, que pudiera nuclear en su seno diferentes corrientes sindicales con la misión estratégica de gestar una dirección combativa en el seno de clase obrera, y que tuviera a la vez la capacidad de disputar la dirección del mismo de cara a las luchas que se avecinaban.
La apertura “democrática” les posibilitó a las organizaciones revolucionarias (ilegales para esa época) aprovechar todos los espacios legales posibles y, de esa manera, ampliar los espacios de intervención política. El MSB fue el resultado de esa política: por un lado, de aprovechar al máximo los espacios legales y, por otro, de crear una fuerza sindical capaz de movilizar a la clase tras sus reivindicaciones, mostrando de esta manera la inviabilidad del proyecto de “paz social” que promulgaba, en esa coyuntura, el tercer peronismo.
En suma, la realidad indica que en pocos años de actividad partidaria el PRT alcanzó muy buenos niveles de influencia sobre el movimiento obrero industrial, participando y en muchos casos ejerciendo el rol de dirección política de sus luchas.
Fue sin dudas además un destacado protagonista en las luchas más importantes que se desarrollaron por aquellos años: las experiencias del clasismo cordobés, el Viborazo, el Tucumanazo, el Villazo, las coordinadoras interfabriles del ‘74/’75, la lucha de lxs obrerxs de la Ford en general Pacheco, etc., en las cuales, en cierta medida, la inserción y el desarrollo fue producto de tener mucha claridad sobre cuál es el sujeto de la revolución y la prioridad para un partido revolucionario.
*Imágen: El Ciudadano.