El domingo 18 de julio, Fátima Belén Barrios, una joven trans de 29 años falleció en Formosa, en una comisaría del barrio Guadalupe. Mientras que la policía sostiene irrisoriamente que Fátima sufrió una descompensación por sobredosis en el destacamento, su familia asegura que efectivos policiales la mataron a golpes ya que su cuerpo tenía marcas en la frente, la nariz, y raspones en la pierna y en el hombro.
Durante la misma semana,el miércoles 21 de julio, en la ciudad de Paraná, Entre Ríos ocurrió otro caso de transfemicidio en manos de la policía. Victoria Núñez tenía 27 años fue reducida y esposada por efectivos policiales que acudieron a su casa para asistirla durante una crisis de nervios que estaba atravesando. Horas más tarde falleció.
Según el informe del año 2020 del Observatorio Nacional de Crímenes LGBT, el 11% de las lesiones al derecho a la vida y a la integridad física de personas LGBT fueron en manos del aparato represivo del Estado, quienes expresan toda su saña y odio contra las personas LGBTIQ+.
Repudiamos el accionar de la policía y exigimos el esclarecimiento de los casos de Victoria y Fátima ya.
Partido por la Revolución y el Comunismo 