En el marco de la crisis mundial, la burguesía se dispone a aplicar un ajuste para que la crisis la pague la clase trabajadora.
En Argentina, ahora tomando el poder central su fracción más derechista y concentrada, lo que parece haber sido un ajuste brusco, con ciento de miles de despidos estatales y privados y tarifazos generalizados, apenas es el comienzo. Y esto es evidente en el cerco legal que van tejiendo para cerrar las posibilidades de resistencia. Sin embargo, a medida que el ajuste avance este mismo cerco va a ser el que provoque la radicalización de la resistencia al ajuste.
Por un lado, leyes para desproteger a la clase trabajadora:
1) Fallo contra las huelgas
La Corte Suprema de Justicia falló en el caso “Orellano, c/Correo Oficial de la República Argentina S.A. s/ juicio sumarísimo”. El centro del debate estuvo en definir el concepto de “gremio”, que está referido en el artículo 14 bis de la Constitución: sentenciaron que los gremios son “los sindicatos reconocidos legalmente porque gozan de la personería gremial o porque obtuvieron la simple inscripción”.
Por tanto, no serían ‘gremio’ un grupo de trabajadores unidos por el sólo hecho de desempeñar una profesión u oficio, trabajar en determinada actividad o tener una causa común. Y será el ministerio de trabajo quien determine cuál es un gremio y cuál no.
El fallo restringe el derecho a huelga y directamente se lo niega a las comisiones internas, cuerpo de delegados o a cualquier colectivo de trabajadores que decida ejercerlo (en el que están incluidos el 40% de trabajadores “en negro”) y lo deja en manos de las burocracias sindicales, que hoy se niegan a luchar contra de los despidos, aumentando aún más su poder y, paralelamente, dejando desamparados a los trabajadores de una empresa que decida parar en contra de los despidos arbitrarios que hoy son moneda corriente.
Recordemos que este caso viene subiendo por las jerarquías del poder judicial desde hace años y refiere a una huelga convocada por ATE en el Correo Argentino (donde no tiene personería), y que hubo varios actores sociales de peso haciendo lobby a su alrededor una vez que llegó a la Corte Suprema. En diciembre, hubo un audiencia en la Corte donde se vio quiénes argumentaban en uno u otro sentido: Micheli, representando a la CTA que no tiene la legalidad de la CGT, se pronunció en contra; por su parte, Funes de Rioja por la UIA dio la postura que terminó tomando, lógicamente a su status burgués, la Corte. Días después de esa audiencia, GuyRyder de la OIT vino a dar una conferencia en Parque Norte que, entre líneas, discutía cómo limitar el derecho a huelga, conferencia contra la cual movilizáramos varios sectores.
Son los mismos sectores patronales que identifican el peligro del sindicalismo clasista que desborda a las burocracias de las CTAs y de las CGTs, y que prefieren a los clásicos y tradicionales burócratas.
2) Veto a la Ley de Emergencia Ocupacional (Antidespidos)
Vale decir que, si bien Macri se dio el lujo de anunciar el veto en Cresta Roja, es el activismo de esta fábrica que sigue en pie de lucha cortando nuevamente la Riccheri, dado que fueron estafados. Los compañeros muestran en la práctica que, con o sin protección legal, van a salir a luchar.
Por otro lado, leyes para reprimir a la clase trabajadora:
Montado sobre el marco de la Ley Antiterrorista, el espionaje a los trabajadores en lucha (Proyecto X) y la multiplicación de las fuerzas de seguridad(todas políticas del kirchnerismo), que puso a un represor como Milanial frente de las FFAA, el macrismo da una vuelta de rosca más: vuelve atrás sobre el control civil sobre las fuerzas armadas y en Diputados se aprueba una ley que consagra las figuras de agente encubierto, agente revelador e informante.
1) Macri le hace la venia a los milicos
Se vuelve atrás con un decreto de 1983 de Alfonsín que sometía las FFAA al poder civil. Si bien este decreto no garantizaba para nada la publicidad de las políticas de seguridad, ahora incluso quedan restringidas a la órbita
militar la posibilidad de reintegrar represores a las fuerzas y contratar agentes civiles. Si bien poco cambia, porque como probó el proyecto X kirchnerista, esto ya se hacía, es todo un gesto político que supera al de poner a Milani al frente de la fuerza como hizo Cristina.
2) Política pro buchón
Mientras tanto y con la complicidad del kirchnerismo (que se ausenta de la sesión, pero no vota en contra ni denuncia), se pasa una ley que habilita nuevas figuras: infiltrados (agente encubierto) e incluso infiltrados que delinquen para una investigación (agente revelador). No sólo eso, sino que incluye la figura del informante, que ahora legalmente recibiría un beneficio económico por ser soplón de las fuerzas represivas.
Profundicemos la lucha
La democracia burguesa va mostrando su verdadera cara. Se va mostrando de cara a las masas como el sistema de dominación político burgués que es.
Ya vemos que sólo hay un tipo de político en el poder, el burgués y corrupto, macrista o kirchnerista. No hay posibilidad de otra cosa en este sistema podrido. Además, paso a paso, la justicia y el Estado muestran de qué lado están, intentando prohibir la lucha y multiplicando la represión. Las mentiras de la democracia se caen a medida que la crisis profundiza la codicia.
Todo esto pone de manifiesto que los trabajadores debemos confiar solamente en nuestras propias fuerzas para detener los planes de desocupación y miseria que quiere imponernos el gobierno. Con o sin leyes que nos protejan, con o sin represión, con los burócratas o sin ellos, vamos a salir a luchar para derrotar el ajuste.
10/06/15
PRC – Partido por la Revolución y el Comunismo