Al cierre de esta edición, sigue sin resolverse la situación de los trabajadores de Canale-Alco, quienes vienen reclamando a través de diferentes medidas de fuerza el cumplimiento por parte de la empresa de los salarios adeudados.
Esta realidad, que vienen soportando desde hace casi tres años, más el deterioro cada vez más pronunciado en sus condiciones de vida, hace que la situación se vuelva insoportable.
El grupo Canale-Alco (con más de 3.000 trabajadores si se suman las plantas de Mendoza, Catamarca y Buenos Aires), dice tener crisis financiera, falta de inversores y problemas para exportar. Incluso han recibido hace un tiempo atrás un salvataje del Estado nacional de unos $150 millones, que no hicieron más que engordar sus arcas mientras los trabajadores seguían cobrando por goteo.
Ante esta situación crítica que pone en riesgo a miles de familias trabajadoras, es imperioso unificar un plan de lucha con los diferentes gremios que nuclean a los trabajadores del Grupo Canale-Alco (alimentación, metalúrgicos y metalmecánica), buscando evitar que más familias trabajadoras se queden en la calle.
Voz Obrera Nº 13 – Noviembre.