La lucha en el CONICET sigue

Luego de varios días de conflicto en el CONICET, que incluyeron asambleas, movilizaciones y una tomas masivas de los principales edificios, conversamos con Juan Manuel Pérez, becario doctoral de Ciencias Exactas de la UBA, para tratar de entender los ejes de la lucha y cómo se destrabó (por ahora) el conflicto.

2016-12-20-photo-00000004

¿Cuáles fueron los principales reclamos durante el conflicto?

En conflicto empieza cuando se anuncia el presupuesto para el sector científico con un fuerte recorte del presupuesto de CyT,  particularmente salvaje en muchos organismos como el INTI, el INTA, Agencia. El CONICET (que tiene como principal objetivo pagar el salario de investigadores, personal de apoyo, y becarios) tiene un incremento nominal, pero contemplando la inflación también sufre un ajuste. Ese fue el puntapié dell conflicto con una serie de movilizaciones que donde intervienen tanto Jóvenes Científicos Precarizados (JCP) como el arco kirchnerista (Científicos y Universitarios Autoconvocados, Ciencia y Técnica Argentina y otras) a la vez que el movimiento estudiantil.

El disparador de la toma fue uno de las consecuencias de este ajuste. Dora Barrancos, miembro del Directorio del CONICET anuncia en los medios que va a haber un fuerte recorte al ingreso de la carrera de investigador, que vendría a ser el ingreso a planta permanente del organismo. De los 943 del año pasado, se bajaría a cerca de 400, lo que implicaría que 500 compañeros serían despedidos del CONICET.

Ante este anuncio en los medios, algo perverso ya que no estaban dando el listado, nos movilizamos tanto la JCP como el arco kirchnerista en dos movilizaciones el pasado 15/12/2016. En ese momento, JCP y otras agrupaciones tomamos la entrada del CONICET mientras las agrupaciones del kirchnerismo hacían un acto testimonial a un costado. A los dos días de esto, se publica el listado de los ingresos, que quedaba en sólamente 385 ingresos a carrera. Esto generó una gran rabia en los compañeros, y fue así que comenzó la toma el Lunes por una intervención de JCP.

El reclamo que llevamos desde nuestro espacio fue que queríamos los ingresos de los 500 compañeros. Los sectores del kirchnerismo hablaron desde una posición más general de no desarmar el sistema científico nacional, muchas veces evitando la mención de los despidos.

¿Por qué se levanta la toma? ¿A qué acuerdo llegaron?

El acuerdo al que se llegó, luego de 5 días de toma y casi 3 sin ningún tipo de propuesta, fue el de extender a todos los afectados una beca posdoctoral extraordinaria hasta Diciembre del 2017. A su vez, se crea una Comisión Mixta de representes de las agrupaciones firmantes, de los damnificados, y del Ministerio de Ciencia y Técnica que se compromete a insertar a los compañeros afectados en diferentes organismos, Universidades Nacionales o incluso el CONICET para continuar con sus tareas de investigación con un cargo equivalente al de Investigador Científico.

Esta propuesta tuvo sus idas y vueltas, ya que en un principio no querían incluir a 107 compañeros que no pertenecían en este momento al CONICET (por vencimientos de becas u otras razones), y querían poner la posibilidad de inserción en empresas privadas, cosas que la Asamblea rechazó.

Una comisión de ingresantes de la toma evaluó esta propuesta, mocionó cambios, y finalmente (no unánimemente) apoyó la propuesta. Luego de esto, se votó en Asamblea aceptarla y levantar la toma.

¿Qué pasó con el conflicto en otras provincias?

 El problema de la articulación con las otras provincias era pre-existente, y lamentablemente no se pudo solucionarlo en el transcurso de la toma. Si bien algunos compañeros mocionaron esperar dos horas a ver qué pasaba fuera de Buenos Aires, había muchos problemas que se nos planteaban entonces: cómo contar los votos, cómo debería influir eso en la votación de mantener o no la toma. Aún más, los compañeros de otras agrupaciones con más despliegue territorial como Autoconvocados o ATE no tenían grandes certezas de lo que ocurría allí.

Lamentablemente, creemos que en dos horas, ni un día ni dos se hubiera resuelto esto, y con el grave riesgo de que se hubiese caído la propuesta del Gobierno. Ahora, una vez pasado este conflicto, tenemos por delante el desafío articular con las provincias, y es por eso que desde JCP estamos llamando a diversas reuniones y asambleas para agrupar fuerzas contra el ajuste macrista.

¿Qué perspectiva le ves al conflicto? Cómo van a organizarse para que el año que viene no se produzcan los despidos?

Creo que JCP acumuló un capital político importante, fue la dirección indiscutida del conflicto, y ahora está ante el desafío de agrupar a todo ese activo y no tan activo que se acercó a la toma, y aún más de coordinar federalmente a las distintas provincias.

Una batalla ganada por JCP frente al planteo del kirchnerismo fue la de orientar de una manera clasista el conflicto: el eje fueron los 500 despidos, y siempre intentamos imprimir eso en cada intervención en la toma. Instalamos esa idea, frente al planteo de que lo único que ocurría era el desmantelamiento del proyecto científico nacional.

Este año que viene creemos que el ajuste se va a profundizar, y la única forma de pararlo va a ser mantener el piso logrado. Afortunadamente, la experiencia nos deja el hito de haber alcanzado un grado de movilización inédito para el sector, y que esperamos que sirva de ejemplo para otros compañeros ante esta nueva ola de despidos en ciernes.

¿Desarrollo científico para quiénes? Investigar es trabajar

Desde JCP levantamos el desarrollo científico nacional pero nuestro principal eje que  es nuestro lema: “Investigar es trabajar”. Es por eso que en este conflicto, instalamos la idea de que alguien que está 5, 7 años en el sistema científico, trabajando precarizadamente mediante becas y que es rechazado en su ingreso a carrera, es un compañero despedido.  Los compañeros kirchneristas no lo ven así, no hablan de despidos, y esta es la posición histórica que tienen, por eso negaron los derechos laborales básicos antes y ahora.

Algunos investigadores de renombre (como Alberto Kornblihtt) se atrevieron a usar la palabra despidos pero su principal reclamo era que no se desmantele el sistema científico. A título personal, no creo que se corran mucho más de su posición porque si bien ya no son gobierno, tienen posiciones de poder tanto en el Ministerio de Ciencia y Técnica y en varias universidades. Estos planteos sindicales entran en conflicto con sus dirigencias, y se vieron claramente en el desarrollo del conflicto estas limitaciones.

Nosotros tenemos una posición clasista, es decir que entendemos que el becario, el investigador, el científico es un trabajador y no un intelectual escindido del resto de la sociedad. Hace muchos años, quizás hasta hace 50 años, a mediados del siglo XX el investigador venía de una familia acomodada o tenía un mecenas. Hoy en día la situación es distinta, estratos populares acceden a las universidades, a cargos científicos o académicos de los, y es ahí donde la posición clasista tiene que calar hondo.

Creemos en general que un mayor sistema científico (no sólo el de las ciencias mal llamadas «duras») equivale a más desarrollo; y en tanto y en cuánto queremos más desarrollo estamos a favor de que florezca la ciencia. Sin embargo, qué se estudia y para qué sigue siendo motivo de debate. El desarrollo científico no es inocente ni sale del éter; queremos que esos procesos se democraticen y estén al servicio de las necesidades del pueblo, cosa que hoy en día se ve bastante lejana. Creemos que es una herramienta con un inmenso potencial, que ha mejorado notablemente las condiciones de vida de la humanidad, pero que no explotará su potencial en un sistema como éste.

 

 

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s