En el día internacional de las mujeres trabajadoras, paramos y salimos a las calles junto a toda la clase trabajadora: ¡Contra el patriarcado y el capitalismo!
La importancia de llevar adelante por parte de nuestra clase el paro internacional de mujeres de este 8 de marzo surge de varios aspectos.
La jornada recupera para nuestra clase una fecha surgida a raíz de la lucha de las obreras textiles en 1908 en EE.UU. y que durante años nos había sido expropiada por la burguesía, que pretendía hacerla una “fiesta” para regalar flores y bombones.
Recordemos, incluso, que la jornada de lucha y movilizaciones masivas del 8 de marzo de 1917 (que en Rusia fue en el mes febrero pues el país aún usaba otro calendario) con motivo de este día permitió catalizar el malestar social en Rusia, dando paso al proceso que culminó en la gran Revolución.
No es casualidad que las direcciones obreras burocráticas, incluso la de gremios donde la mayoría son mujeres, como la docencia, en consonancia con la burguesía, temerosas de este potencial subversivo de la fecha, se resistan a convocar y militar el paro ese día, prefiriendo dejarlo como un cese parcial de tareas que las personas hacen a título individual y no como una acción de la clase.
El 8 de marzo es una jornada de lucha contra el patriarcado y el capitalismo, socios históricos, que como sistemas mundiales deben ser enfrentados por el conjunto de la clase trabajadora a nivel internacional. Junto al 1° de mayo, son jornadas que debemos recuperar como clase trabajadora a nivel mundial.
Por eso, todas y todos debemos parar y volcarnos masivamente a las calles por todos los reclamos del movimiento de mujeres, con una perspectiva revolucionaria, socialista y feminista; contra el patriarcado y el capitalismo.
¡Aborto legal, seguro y gratuito!
¡Separación de la Iglesia y el Estado!
¡Contra el ajuste y el trabajo precario!
¡Contra la violencia machista y los femicidios!
¡Por un feminismo revolucionario!