El miércoles 8 de agosto, con millones de personas movilizadas en las calles frente al congreso, con vigilias en todo el país y el mundo mirándonos, el senado ha demostrado lo que es la “democracia” del capital.

La lucha por el aborto legal
El aborto legal se ganó socialmente, con un debate sin precedentes en todos los espacios de trabajo, de estudio y en las calles, y que tuvo al movimiento feminista como protagonista. Hemos logrado sacar al aborto de la clandestinidad social, hemos demostrado que el aborto legal no es sólo un debate de salud pública sino que es un debate por la libertad sobre nuestros cuerpos, porque la maternidad no debe ser obligatoria, ni un mandato social. Las muertes por aborto clandestino son un crimen social de este sistema capitalista patriarcal.
El movimiento feminista, que cada vez es más grande, viene batallando contra las violencias, contra los femicidios, contra la doble explotación que vivimos, y por el aborto legal, con los mejores métodos de la clase, con la movilización en las calles, la organización desde abajo.
La marea verde que cada vez es mas grande transcendió los límites nacionales, y hoy el aborto legal se transformó en una lucha mundial.

Este sistema no nos representa
El senado dio una nueva muestra de que este sistema de democracia burguesa no representa a las necesidades de la clase obrera y al pueblo trabajador, 38 senadores y senadoras votaron en contra de este derecho, dando la espalda a la gigante movilización de los últimos meses.

En 12 años de Kirchnerismo, el peronismo no permitió que se debata la legalización del aborto, hoy el macrismo quiere hacernos creer que permitió que el debate se desarrollara, pero trabando de hecho que salga la ley, esta democracia hoy mas que nunca ha demostrado que no representa a las necesidades del pueblo trabador. Quedando en evidencia, una vez mas, la ingerencia que sigue teniendo la Iglesia Católica en este Estado.

Unos días antes de que se vote, murió una mujer en Santiago del Estero por aborto clandestino y ahora sigue agonizando otra en Mendoza por las mismas razones, lo que se votó en el senado es la legitimación de esta violencia.

Se perdió una batalla, la lucha continúa.
Si bien tenemos el gusto amargo de no haber conquistado este derecho, sabemos que esta no es mas que una batalla, que vamos a seguir en las calles hasta que el aborto sea legal, porque así es como siempre hemos conquistado nuestros derechos.
También sabemos que no vamos a ser totalmente libres hasta que derrotemos a este sistema capitalista y patriarcal, que tiembla ante cada paso que damos, sigamos luchando “por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes, y totalmente libres”.

PRC, 09/08/2018.