El Astillero Río Santiago, encargado de producir barcos y buques, entre otras muchas cosas, cuenta con 3.300 obreros.

Es el lugar donde se concentra la mayor cantidad de trabajadores tanto de Ensenada como de la región, es decir que, para las familias trabajadoras, defender esos puestos de trabajo tiene un peso estratégico.

Este lugar emblemático está recibiendo tanto del gobierno nacional (en palabras del propio Macri: “habría que dinamitar el Astillero Río Santiago”) y del gobierno provincial de Vidal  una enorme campaña contra los trabajadores, a los cuales los hace responsable de la “falta de producción”, cuando, en verdad, es el propio Estado el que debe garantizar, por medio de la inversión, la reactivación de los trabajos del astillero.

El plan con el que ataca el gobierno a los obreros es el mismo que utiliza con el resto de los trabajadores del Estado.

Por un lado, ataca ferozmente a través de mercenarios vestidos de periodistas como el propio Lanata, con el propósito de instalar versiones falsas y generar consenso sobre el resto de la clase trabajadora de que el Estado paga sueldos a gente que no hace nada. Así, desde el gobierno se ha tildado a los trabajadores y las trabajadoras estatales de “ñoquis”, a los y las docentes de “vagos”, y podríamos seguir con otros ejemplos.

A la vez que hace este trabajo mediático, avanza con el plan de ajuste, interviene directamente en este caso la planta naval, desplazando once cargos gerenciales por funcionarios de Cambiemos, con un objetivo claro: llevar adelante el plan de ajuste del gobierno, esto es despidos, suspensiones y también que la planta pase a manos privadas.

Pero al igual que lo hicieron en la época del menemismo, donde la lucha de los trabajadores logró frenar los planes privatizadores de Menen y Cavallo, hoy los compañeros del ARS se encuentran en estado permanente de asamblea y movilización, difundiendo la situación entre la población (de la cual recibe un enorme apoyo), y dispuestos a dar la lucha a fondo contra el Estado patronal en defensa de los puestos de trabajo y la producción.

¡El Astillero no se toca! ¡El Astillero somos todos!