A 3 años de gobierno queda claro que Macri ha venido a barrer las conquistas que la clase trabajadora consiguió con su lucha, a intentar arrodillarnos ante las patronales, a profundizar la relación de fuerza a favor de la burguesía, a empobrecernos. Todos los días en cada rincón del país hay cierres de fábricas, despidos, flexibilización. La incertidumbre y el hambre se hacen cada vez más palpables.
Si el gobierno -que es una minoría que beneficia a una minoría- ha podido avanzar en estos 3 años con su plan de ajuste es porque las principales fuerzas de la «oposición», todas bajo la órbita del PJ, le han prestado enorme favor. Desde el PJ Federal, los gobernadores, pasando por el PJ Kirchnerista, hasta las conducciones de la CGT y de la CTA. A esta enorme complicidad se suma la falta de confianza de la clase obrera y el pueblo trabajador en sus propias fuerzas y capacidad de lucha, y aunque hubo importantes despliegues de fuerzas, fueron contenidos o encorsetados por esas direcciones co-responsables del ajuste. Así se entiende cómo un gobierno tan antipopular pudo acceder a la presidencia del país y sostenerse.
Esto ha sido principalmente por la tibia resistencia de los principales sectores de la “oposición”, que infunden entre las filas obreras el santísimo respeto a las instituciones del régimen, alimentan el miedo y, siendo dirección, no despliegan en pleno las potencialidades de nuestra clase para frenar el brutal ajuste.
Una muestra basta. Han sido capaces de movilizar enormes contingentes a Luján, pero se han borrado olímpicamente cuando se votó el Presupuesto 2019 del FMI.
Estas fuerzas pretenden reeditar caminos ya recorridos, invitándonos a tragarnos sapos de derecha, traidores, xenófobos, antiderechos y de pañuelos celestes en un gran frente de unidad nacional.
Está probado que esa propuesta política pone a la clase trabajadora como furgón de cola de la burguesía. Buscan que, en lugar de un camino de lucha, conciliemos con los enemigos y bajemos nuestras banderas.
Allí está diciembre de 2018 -como aquel otro diciembre de 2001- recordándonos que sólo la independencia política, la unidad obrera y el combate popular en las calles puede cuestionar el poder de los gobiernos y del Estado, que no son invencibles.
¡Vayamos por un diciembre de lucha! ¡Vayamos por un proyecto político propio, por un gobierno de la clase trabajadora y el socialismo, único camino para combatir al capital y la derecha!

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