El acampe de las familias de Redepa (ex Canale) está entrando en el cuarto mes. Ellos nos vienen demostrando que luchar sirve. Su objetivo es claro: conservar los puestos de trabajo mediante la gestión obrera de la fábrica.
Desde antes del acampe, cuando la empresa decidió despedir a todos y cerrar la misma, ya adeudaba varios meses de salario, así como el bono y el aguinaldo.
Ante esa difícil situación, decidieron dar la pelea para que sean ellos mismos quienes puedan producir y hacerse cargo de la totalidad del predio.
En ese camino, dieron pasos muy importantes. La unidad fue clave y los mantuvo firmes pese a las vicisitudes, así como la solidaridad obrera mediante donaciones y aportes al fondo de lucha fue fundamental para el sostén económico diario, lo mismo que el recurso de la parrilla y la bolsa de trabajo. Y, por supuesto, la asamblea como método democrático para la toma de decisiones los fortaleció y les dio un enorme reconocimiento tanto de otros sectores obreros como del barrio.
Tras la feria judicial, es primordial volver a instalar la situación del conflicto a través de acciones concretas, con eje en el reclamo de la gestión obrera y la defensa de los puestos de trabajo, exigiendo soluciones urgentes al poder político para que se pueda volver a producir.
Por otro lado, sigue siendo indispensable aportar a la coordinación y la unidad de las luchas de la zona para hacer de cada pelea un solo grito contra el gobierno. Canale, Siam, Cresta Roja y ahora Cofco, así como muchas otras que no salen a la luz, resisten los planes de ajuste, aunque aún de forma fragmentada.
Es necesario coordinar entre quienes están luchando y resistiendo, y poder llevar adelante acciones comunes de denuncia contra las políticas anti obreras del gobierno.
Desde el PRC, apoyamos cada una de las decisiones que tomen en asamblea las y los trabajadores de Canale y nos ponemos a disposición para seguir acompañando esta lucha que ya es de todos hasta el final.