
El golpe genocida de 1976 que millones volvemos a repudiar este 24 de marzo fue orquestado desde el seno mismo de las instituciones del sistema: no sólo desde las Fuerzas Armadas, sino también desde las cámaras empresariales, los partidos patronales, las cúpulas de las Iglesias y de los sindicatos y la CGT, bajo el mando del Imperialismo norteamericano.
De hecho, como se sabe, el terrorismo de Estado comenzó durante el gobierno anterior a la dictadura con la organización fascista de las tres A y el decreto de Perón sobre aniquilar la subversión.
La función del golpe cívico militar, como en el resto de América Latina, fue aplastar a sangre y fuego las potencialidades revolucionarias de las masas trabajadoras en los años ’70 así como sus organizaciones, recomponiendo el ciclo de explotación del capitalismo.
En tal sentido, los explotadores lograron su objetivo infringiendo una derrota histórica a nuestra clase y a las y los luchadores revolucionarios. Retomar sus banderas de lucha y aprender de los aciertos y errores de quienes nos antecedieron es parte esencial de la memoria y de la apuesta al futuro.
La impresionante movilización democrática que generó la retirada de la dictadura, su enjuiciamiento y el de miles de represores es un fenómeno inédito a nivel mundial, y es una conquista extraordinaria que debemos defender y revalidar con la unidad en la lucha todos los días.
Pero “luchar por las libertades democráticas” no es lo mismo que el régimen político democrático burgués que reemplazó a la dictadura a partir de 1983. De hecho, privatizaciones de importantes resortes de la economía, caída del salario, precarización del trabajo, flexibilización de los convenios, aumento de la desocupación y la pobreza, destrucción del sistema de salud y educación públicas se fueron profundizando bajo los diversos gobiernos constitucionales elegidos por el voto popular.
Incluso podemos hablar de presos políticos y muertos de esta “democracia” y asesinados en el marco de la protesta social. Podemos decir que, en el altar de la democracia de los patrones, se sacrificaron las propias ilusiones del pueblo. Esta democracia de ricos no pudo ni puede dar resoluciones a necesidades sociales básicas de la población trabajadora como la vivienda, el trabajo, un salario digno, salud, educación, el derecho a la tierra.
En un año en el que sistema capitalista nos obliga a votar casi todos los fines de semana, consideramos que el mejor homenaje a las 30.000 compañeras y compañeros detenidos desaparecidos es seguir militando RECUPERANDO TODA LA MEMORIA, y especialmente las mejores tradiciones obreras: la democracia directa, las asambleas, la autodeterminación de las luchas, la acción directa de masas, y el partido revolucionario.
Y, desde ya, militar por la independencia política de nuestra clase frente todo proyecto político burgués, por un gobierno de la clase trabajadora, por el poder obrero y el socialismo.
¡Tenemos que hacer la revolución!
¡30.000 compañeras y compañeros detenidos desaparecidos, presentes, ahora y siempre!
Un comentario sobre “1976-24 de MARZO-2019: LA MEMORIA DEBE SER BALANCE Y PERSPECTIVA PARA LUCHAR POR EL SOCIALISMO”