Nuevo caso de gatillo fácil. Doctrina Chocobar a pleno: el asesinato de Silvia Maldonado

Nuevamente, la doctrina Chocobar promovida por Macri y Bullrich se cobra una nueva víctima en Santiago del Estero, Silvia Maldonado. Las cifras son contundentes: el gobierno de Cambiemos ha aumentado los casos de gatillo fácil a nivel nacional en relación al gobierno anterior, pero el mapa general muestra que la represión estatal no tiene signo político, pues se funda en un Estado de clase para mantener a raya a otra.

silvia madonadon

Los hechos represivos y la respuesta popular

En la noche del domingo 16 de junio, en un operativo de la policía santiagueña, el cabo 1º José Abraham asesinó a la adolescente Silvia Maldonado de un tiro en la cabeza.

La policía quiso entrar por la fuerza y sin orden judicial a la casa de Silvia, quien los frenó en la puerta y les exigió la orden de allanamiento. Ante esto, los policías tomaron de los pelos a Silvia y comenzaron a golpearla; los vecinos, a su vez,  empezaron a tirar ladrillos a la policía para defenderla del ataque.

La respuesta represiva no se hizo esperar: comenzó el tiroteo, uno de los disparos de bala de plomo impactó en la sien de Silvia, quien perdió el conocimiento y dos días después falleció.

No sólo asesinaron a sangre fría a una adolescente, no sólo se mofaron del hecho cuando el cabo 1º José Abraham le dijo a la hermana de Silvia  «Mirame bien a la cara, soy el que le metió el cuetazo», también, como es habitual, la «familia policial» trató de encubrir a los asesinos.

La respuesta del barrio Gas del Estado no se hizo esperar: el lunes después del mediodía, protestaron frente a la comisaría 5° con una movilización y quema de gomas; la policía respondió a su vez con gases y balas de goma.

La política represiva es de todo color político

Este hecho ocurrido en Santiago del Estero no es aislado, no es una tragedia como los medio de comunicación lo presentan.

Este hecho se enmarca como uno más de otros tantos asesinatos cometidos por parte del Estado, que utiliza las fuerzas policiales, gendarmería, prefectura y todas las instituciones represivas a disposición.

Basta señalar los recientes asesinatos en San Miguel del Monte, de Diego Cagliero en Martín Coronado, en Buenos Aires, así como también el asesinato por la espalda de Rafael Nahuel en Río Negro y el de Facundo Ferreyra, el pibe de 12 años también asesinado por la espalda en Tucumán, de Santiago Maldonado, y de los cientos de muertos y muertas en cárceles y comisarías bajo custodia del Estado.

Este mínimo pantallazo demuestra que la represión estatal no es patrimonio exclusivo de ningún color político.

No es un policía, son todos los gobiernos

La policía, como todas las fuerzas de «seguridad» del Estado, no son instituciones que funcionan mal; son los instrumentos que utiliza el Estado para reprimir a lxs trabajadores, especialmente en los barrios populares.

La represión policial es parte de la lógica estatal en una sociedad dividida en clases: por un lado, el Estado hambrea, quita derechos, y cuando nos organizamos y luchamos, reprime y también reprime preventivamente instalando el terror en las barriadas populares.

Las cifras históricas hablan por sí mismas: Durante los 12 años de gobierno kirchnerista hubo un promedio de un muerto cada 30 horas; en 2015, uno cada 28 horas. Ya con el macrismo en el poder, el promedio aumentó: un caso cada 25 horas para fin de 2016; uno cada 23 horas durante el 2017; y durante el 2018 el promedio de muertes en manos del Estado es de uno cada 21 horas.

Por eso no es cierto que el gobierno anterior no reprimía y este sí. Es simplemente la función de un Estado al servicio de los patrones ricos y poderosos en contra del pueblo trabajador, independientemente de qué fuerza política lo administre eventualmente.

No es un policía, es el Estado

Hoy, el Estado lo administra Macri y el Ministerio de Seguridad es Patricia Bullrich, y desde ya son los máximos responsables, los que ampararon a Chocobar habilitando desenfundar de una y disparar por la espalda.

Pero no nos confundamos, es el Estado Burgués el que tiene la necesidad de reprimir al pueblo, y así lo seguirá haciendo hasta que lo dirija la clase trabajadora.

Exigimos justicia por Silvia Maldonado, por los pibes de San Miguel del Monte, por Diego Cagliero, por Marín Ferreyra, por Rafael Nahuel, por Santiago Maldonado y por todas las víctimas del gatillo fácil, y seguimos luchando por una sociedad donde el Estado sea de y para lxs trabajadores.

PRC, 23/06/19.

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