La discusión planteada por el PO en su nota “No a la adaptación al pejotismo y a la burocracia sindical” trata de establecer un debate a través de la calumnia y la difamación tergiversando el debate político en una serie de descalificaciones que intentan explicar que todo lo que no sea “su” política o no tenga su dirección, es parte de una práctica pejotista o que le hace el juego a la burocracia. Desde nuestra opinión, creemos que este no es un método de debate adecuado, menos para organizaciones que se pretenden revolucionarias, y supone atacar experiencias que han tenido su desarrollo particular y con sus propios procesos

Atacar al Espacio de Trabajdorxs de Zona norte como política del Plenario del Sindicalismo Combativo, supone plantear un supuesto antagonismo entre espacios de coordinación que buscamos hacer confluir y que muchxs de lxs que militamos en él buscamos honestamente una verdadera coordinación de lo más destacado de las organizaciones obreras y con la mira en incidir en la clase trabajadora en su conjunto. La disputa delimitacionista, en exceso practicada por las organizaciones de izquierda, es una política para incidir solamente en el activismo, práctica que consideramos errónea: en vez de organizarnos en unidad contra la burguesía y su aliada la burocracia sindical, se trata de mostrar a tal o cual organización como la verdadera organización y al resto como claudicantes, mientras se logran acuerdos superestructurales que borran con el codo todo lo escrito con la mano.
Es decir, se hacen acuerdos, aunque se defenestra por la prensa a esas mismas organizaciones, en una práctica que muchas veces vuelve imposible la continuidad de los espacios de organización en común.
Muchxs de lxs militantes que impulsamos el Espacio de Zona Norte recogemos una experiencia que el Partido Obrero desconoce absolutamente en todos sus balances autoproclamatorios. El espacio de coordinación de norte tiene un recorrido que viene de años, desde la campaña por la absolución de los petroleros de Las Heras y es parte de esa tradición que levantamos. Una coordinación de diferentes agrupaciones sindicales y comisiones internas, en las cuales el Partido Obrero (tanto el ala “oficialista” como los hoy agrupados en “la tendencia”) no participó en ningún momento. Es posible que en esos momentos el problema no era una supuesta “adaptación al pejotismo” sino que había “temas” que no se querían tratar en medio de una campaña electoral, una lucha que para nosotrxs se plantea como una cuestión de principios: las luchas por la absolución de los enjuiciados por luchar (ver campaña de 2013). Por otro lado, el SUTEBA Tigre, parte integrante de la Multicolor opositora a la burocracia pejotista de la celeste, ha convocado en innumerable cantidad de veces a diferentes espacios de coordinación.
Desde el PRC tomamos la tarea de militar constantemente para que estas coordinaciones existan, que se desarrollen y pueda involucrar a sectores que no se delimitan con un programa específico pero que sienten la necesidad de salir a pelear por demandas inmediatas. Desde ya, no creemos en el régimen político, ni en sus elecciones, muchos menos en la quimera de una salida donde la crisis “no la paguen los trabajadores” de la mano de la burguesía y sus instituciones.
Sabemos que se vienen tiempos difíciles, en los que el peronismo va a buscar imponer un pacto social, que encorsete todas las luchas y las reivindicaciones de la clase, convalidando el ajuste hecho por el macrismo, el pj y la burguesía nacional. Negar la realidad nunca ha sido marxista. Las expectativas en el recambio gubernamental existen. Debemos poder llegar a la más amplia gama de los sectores obreros que quieren salir a luchar, creemos que diciéndoles simplemente que no entienden y se equivocan no vamos a conquistar nuevas posiciones.
Establecer coordinaciones para constituir un polo de referencia es importante y necesario. A eso aspiramos, pero pareciera que el PSC sólo busca mostrarnos que La Verdad está ahí y en ningún otro lugar. ¿Será que las organizaciones que lo dirigen creen que este plenario es lo máximo a lo que puede aspirar, mientras el grueso de la clase trabajadora sigue siendo dirigida por la burocracia sindical?
En estos años se frustró la experiencia del Encuentro de Racing que tenía una perspectiva amplia con los sectores combativos de la clase -algunos de los cuales, después de estos intentos fallidos, se volcaron luego al 21F moyanista- y durante el Macrismo fueron escasas las intervenciones unitarias de la izquierda. Creemos que es necesario un balance serio, que no esté en función de las internas de los partidos, para que encontremos una perspectiva más acorde a las necesidades del momento.
PRC, 11/09/2019.