Ante el golpe de mercado post PASO, la fuga de capitales que no cesan y las movilizaciones de derecha que hubieron y que habrán en apoyo al gobierno de Cambiemos, es necesario que la clase trabajadora delibere en cada gremio, lugar de trabajo y estudio, y se movilice con un programa propio para condicionar la transición política abierta con las elecciones del 11 de agosto.
Nuestra perspectiva ante el periodo abierto tras las PASO debe ser unir todo para construir una relación de fuerzas favorable a las y los de abajo que permita afrontar en mejores condiciones el ajuste que imponen el FMI, las patronales y sus gobiernos.
Allí tenemos como faros de lucha los ejemplos de los docentes chubutenses, los movimientos sociales con sus acampes y ollas populares, el sindicalismo combativo y el Plenario nacional de ocupados y desocupados realizado en el SUTNA Pilar, así como las distintas instancias de coordinación regional.
Derrota electoral del gobierno y golpe de mercado
Es claro que el triunfo en las urnas de la fórmula F-F en las PASO el pasado 11 de agosto ha significado un duro revés para el gobierno de Cambiemos.
Sin embargo, el repudio a las políticas de ajuste del macrismo se expresó de manera contradictoria: gran parte del electorado decidió depositar su voto-bronca en la formula peronista, siendo que fue el mismo peronismo, desde su mayoría en las cámaras y las gobernaciones, quien ha garantizado la gobernabilidad de Cambiemos, dejándole pasar todas y cada una de las medidas de ajuste que descargaron contra la clase trabajadora, como el recorte a las jubilaciones en diciembre de 2017, los despidos en masa, el cierre de miles de fábricas y la precarización de los convenios como en Vaca Muerta.
La situación económica ha ido de mal en peor y la responsabilidad es del gobierno nacional. La devaluación post PASO que Macri dejó correr significó una tremenda pulverización del salario: el peso se devaluó un 20% cuando nuevamente varios operadores (que la prensa enmascara con la expresión de “los mercados”) retiraron dólares masivamente y el valor del dólar se disparó de $46,55 y se ubicó alrededor de $60.
Por su parte, Fernández convalidó el precio de la divisa y dijo que le parecía razonable un dólar a $60. Puede ser “razonable” para las patronales rurales, las exportadoras y los capitalistas que se dolarizaron, pero de ningún modo puede ser razonable o beneficioso para la clase trabajadora.
En esa timba financiera quienes perdemos somos las y los trabajadores pues todo ese saqueo y negociado se traslada a las góndolas y arroja a millones a la pobreza y a la indigencia pues deteriora el poder de compra.
¿De la casa al trabajo y del trabajo a la casa?
Tras las PASO, la realidad ha sido vertiginosa, nada ha quedado congelado. La base social del gobierno de Cambiemos ha salido a la calle y prepara nuevas movilizaciones. El FMI y los principales empresarios del país, desde Galperin, Midlin, Magneto, la Mesa de Enlace hasta la UIA, enseguida rodearon al principal candidato presidenciable, Alberto Fernández, para arrancarle compromisos.
Este cuadro de ajuste, saqueo y movimientos de los capitalistas se va consumando ante nuestros ojos, condicionando la actual transición a su favor.
Macri nos manda a dormir. A la vez desde la principal oposición al gobierno, el Frente de Todos, y su correlato sindical, la cúpula de la CGT y de la CTA, así como sus conducciones piqueteras, desmovilizan, fragmentan los reclamos, llaman explícitamente a no hacer ollas, a no salir a luchar, con el argumento falaz de no hacerle el juego al gobierno.
¿Qué más le puede convenir al gobierno de Cambiemos y a la derecha -mientras ellos por supuesto se mueven- que una clase trabajadora fragmentada, desmoviizada, que no entre en escena reclamando lo perdido, lo que necesita, y que sólo se limita a mero espectador de los acontecimientos?
Desde el 21-F de 2018 estas conducciones sindicales, piqueteras y de los diferentes movimientos populares vienen anunciando “Hay 2019”, con el fin de desactivar los ánimos de lucha que dejaron las históricas jornadas populares del 14 y 18 de Diciembre de 2017 que le pararon la mano a Macri.
Y ahora que finalmente hubo 2019, que el gobierno ha perdido en las urnas y en octubre le irá peor, que está debilitado políticamente aunque no ha dejado de atacar nuestras condiciones de vida, nuevamente nos llaman a esperar impávidamente, porque a Macri “Ya lo sacamos”.
Este quietismo al que convocan sólo puede favorecer la agenda del FMI, la burguesía y el imperialismo.
Ganar las calles
Ante este difícil escenario que tiende a empeorar, como clase trabajadora no podemos seguir esperando mientras estas políticas hambreadoras se descargan en nuestras espaldas.
Así como los capitalistas buscan condicionar la transición política con su terrorismo financiero, desde la clase trabajadora ocupada, desocupada, pasiva (jubiladxs y pensionadxs) y el movimiento feminista, tenemos que pujar por imponer nuestras reivindicaciones.
Es urgente y fundamental deliberar en cada rincón del país, salir a las calles e irrumpir en la escena nacional con una agenda propia. En tal sentido debemos exigir a las cúpulas sindicales un plan de lucha que inicie con un paro activo de 36hs. para conquistar algunas medidas de emergencia.
No podemos permitir que sean los grandes capitales quienes mediante oscuras maniobras financieras condicionen la transición política entre los gobiernos dejando a millones en la calle, y llevándolos a la pobreza y a la indigencia.
Por eso, llamamos a todxs aquellos trabajadrxs que han votado contra las políticas de Cambiemos a exigir a las conducciones políticas, sindicales y piqueteras acciones concretas de lucha que logren ponerle un freno a las políticas de ajuste hoy y ahora. Y, de esta manera, comenzar a generar una relación de fuerzas más favorable para nosotrxs.
Desde el Partido por la Revolución y el Comunismo – PRC convocamos al conjunto de la clase trabajadora ocupada y desocupada, a la juventud, al movimiento feminista, a los movimientos populares en general a estar en estado de alerta y movilización, y a construir en unidad con el objetivo de poner en pie una referencia de lucha y un plan de acción con movilizaciones, huelgas y piquetes para forzar a los capitalistas a cesar en sus ataques.
Fuera Macri – Fuera el FMI – Abajo el ajuste del gobierno nacional y los gobernadores