Nos preparamos para el 34° Encuentro con sede en La Plata. ¡Vamos por un Encuentro Plurinacional de Mujeres, Trans, Travestis, Lesbianas y Bisexuales! ¡Vamos para luchar ya por todas las demandas urgentes del movimiento feministas!

¿Por qué Encuentro Plurinacional de Mujeres, Trans, Travestis, Lesbianas y Bisexuales?
Desde el año 2018 se viene dando un debate al interior del movimiento feminista en relación al nombre del Encuentro Nacional que hasta aquí se llamaba “de Mujeres”.
¿De Mujeres o de Mujeres, Trans, Travestis, Lesbianas y Bisexuales? Desde el sector que quiere conservar la actual denominación (PCR, sectores del PJ, de la Iglesia y Patria Grande), toman como categoría “mujer” a las personas trans, travestis, lesbianas y bisexuales. Por lo tanto, según ellxs, no hace falta cambiar puesto que esas identidades estarían ya expresadas en el nombre actual.
Esa visión es biologicistas porque niega a las personas que no cuadran en la categoría “mujer” y es de una violencia que el movimiento feminista no puede aceptar. Debemos nombrarnos tal como somos, no ocultar: lo que no se nombra no existe, y nosotrxs existimos, deseamos.
Desde el PRC junto a un amplio sector venimos planteando la postulación de “Encuentro Plurinacional de Mujeres, Trans, Travestis, Lesbianas y Bisexuales” como forma de visibilizar las distintas identidades.
¿Nacional o Plurinacional?
Por otro lado está el debate si declarar el Encuentro “Nacional” o “Plurinacional”. Aquí nuevamente el sector conservador plantea que no se puede decir “Plurinacional” porque eso “oculta una agenda política peligrosa para la unidad nacional y bienestar del pueblo argentino”.
Esos argumentos son negacionistas, reproducen la violencia simbólica e invisibilizan a grandes sectores de la heterogénea población de nuestro territorio, reproduciendo la política de la oligarquía del Siglo XIX y su “Civilización o barbarie”.
Somos Plurinacionales porque nuestras cuerpas ya no tienen fronteras, porque lxs que asisten al Encuentro no somos únicamente “argentinas”, sino que somos negras, indígenas, migrantes, todas parte de la amplia paleta de colores que integra el país.
Democracia VS Imposición.
Por último, quienes se autoproclaman las organizadoras del encuentro (PCR, Patria Grande, Iglesia y parte del PJ) se oponen a la democracia y no quieren que el Encuentro adopte posiciones que puedan ir en contra de sus armados políticos, hoy el Frente de Todos, que llama a la mesura, a “no salir a las calles”, a unir pañuelos celestes y verdes.
Estos sectores además no respetan lo votado en el encuentro de Trelew 2018, que se manifestó ampliamente por la realización de un Encuentro Plurinacional y Disidente. Evidentemente, aún no fueron suficientes los debates dados en los encuentros para desandar esa visión blanca y binaria de algunxs.
¡Seamos millones en La plata! ¡Mostremos que las mujeres, las negras, las tortas, las indígenas, las travestis, las trans, las no binaries, existimos, somos, estamos y no nos callamos, y peleamos y marchamos por un encuentro plurinacional, disidente y de lucha!
Interrupción voluntaria del embarazo
Durante el gobierno kirchnerista, el movimiento feminista presentó en varias ocasiones el proyecto para la interrupción voluntaria del embarazo. Como se sabe, esa ley nunca fue tratada por el PJ K. Finalmente, en 2018, se logró que su tratamiento llegue al Congreso.
En un marco de movilizaciones históricas, se conquistó media sanción en Diputados. Y si bien no se logró ganar en Senadores por votos en contra tanto de Cambiemos como del PJ, la masiva marea verde logró romper con el tabú del aborto y sacar de la clandestinidad la violencia que nos afecta a mujeres y personas con capacidad de gestar.
Este 2019 se volvió a presentar el proyecto de la Campaña Nacional, un año electoral donde tras las PASO hay grandes posibilidades de que gane un nuevo gobierno peronista.
¿Qué perspectivas tendrá la lucha por el aborto legal? En relación al tema, Fernández ya explicitó que no es una prioridad, y que hay que conciliar pañuelos celestes y verdes, que en los hechos es la imposición de los que se oponen a este derecho. Además, su lista la integran sin distinción diputados y senadores antiderechos.
En una situación económica crítica como la que atraviesa el país, es posible que el nuevo gobierno nos mande a esperar un momento “mejor” para dar esta pelea. Pero nuestros derechos, nuestras vidas, no pueden esperar.
Urge organizarnos y salir a las calles para conquistar esta demanda impostergable y eso lo lograremos, como hasta aquí, movilizadas. De allí la necesaria independencia de los organismos de lucha creados por nuestra clase.
Por la efectiva implementación de la Educación Sexual Integral, laica y con perspectiva de género
La ley de Educación Sexual Integral – ESI es otra de las demandas de primer orden entre los reclamos feministas, que suscitó hasta tomas de escuelas secundarias. Si bien la ley fue votada en 2006, todavía está lejos de ser universal.
A partir del debate por el aborto legal y su rechazo en Senadores, sectores antiderechos liderados por las iglesias evangélicas y católicas se han envalentonado con su campaña “con mis hijos no te metas”, que busca cercenar el derecho de lxs estudiantes a recibir una educación validada científicamente y con perspectiva de género.
Es imperioso que el Estado capacite en servicio a lxs docentes y que la ESI llegue a todas las escuelas del país.
Separación de la Iglesia y el Estado
El debate por el financiamiento de la Iglesia católica se intensificó este año luego de que el Jefe de Gabinete Marcos Peña afirmó que en el año 2018 el Estado nacional había destinado más de 130 millones de pesos para pagar sueldos a obispos cuyos ingresos mensuales son de hasta $47.000.
El Estado argentino está “obligado” por la Constitución Nacional a sostener “el culto católico apostólico romano”. Es decir que, aunque el Estado sea laico y garantice la libertad de culto, existe una responsabilidad estatal por cuidar las necesidades de la iglesia. Las tres leyes que regulan el dinero que se da a la iglesia fueron decretadas durante la última dictadura cívico-militar-eclesiástica, entre los años 1979 y 1983.
A esto se suma la cantidad de dinero que el Estado invierte subvencionando escuelas confesionales, mientras la escuela pública se cae a pedazos o explota y mata.
La Iglesia es una de las instituciones que más se opuso a nuestros derechos, y tiene un poder de lobby fenomenal tanto en las decisiones gubernamentales como en el presupuesto que el Estado gasta. Los gobiernos nacional, provinciales y municipales, lejos de plantear esta separación, se han dado a la tarea de atraer a la gestión las iglesias para contener la protesta social.
En un contexto en el que se discute quién va a pagar la crisis que nos deja Cambiemos, donde las mujeres, las niñeces y las disidencias como la población travesti-trans somos las que más padecemos el hambre y la precarización, se vuelve una necesidad seguir batallando hoy por la separación de la iglesia del Estado.
Sigamos en las calles por nuestras reivindicaciones
Como sabemos, ningún derecho se ganó sin pelea. Desde las jornadas de trabajo de 8 horas, las vacaciones pagas hasta el derecho al voto de las mujeres, llevaron años de luchas y organización.
Que no cese nuestra pelea contra lo que nos oprime: el género, la raza, la clase, el sistema capitalista patriarcal en su totalidad.
Que no cese nuestro reclamo en las calles por el aborto legal y gratuito en los hospitales, por la separación de la iglesia y El estado, y por la Educación Sexual Integral en todas las escuelas, y contra toda la violencia machista. ¡Ahora es cuando!