Se cumplen 9 años del asesinato de Mariano Ferreyra, militante del Partido Obrero, a manos de la patota de la Unión Ferroviaria de Pedraza en complicidad directa con la patronal y el Estado, una triple alianza que se tejió y se teje para defender los intereses de la clase capitalista.

Mariano y la triple alianza antiobrera
El 20 de octubre de 2010 en las cercanías de la estación de Avellaneda (hoy Darío Santillán y Maximiliano Kosteki), Mariano junto a otrxs militantes solidarixs acompañaban a los trabajadores ferroviarios en su reclamo por el pase a planta permanente, cuando fueron atacados a balazos limpios por la patota de la Unión Ferroviaria.
La zona había sido liberada por la Policía Federal para que este grupo de sicarios pudieran actuar con total impunidad. Es durante ese avance represivo y planificado que Mariano recibió un disparo en el abdomen que finalmente le causó la muerte.
El asesinato de Mariano puso de manifiesto entonces uno de los métodos recurrentes que utilizó el gobierno kirchnerista para reprimir a lxs trabajadorxs determinadxs a dar pelea por reivindicaciones y mejoras laborales: la tercerización de la represión.
¿Qué significa eso? Hacer uso de las patotas sindicales, estableciendo un plan deliberado de repartición de tareas y liberación de zonas por parte de las fuerzas represivas formales, para que el costo político no recaiga directamente sobre el gobierno. En otras palabras, de la misma manera que las patronales y el Estado tercerizan el trabajo para aumentar la explotación y obtener más ganancias, el gobierno de entonces tercerizaba la represión para hacerla más eficaz a sus propósitos y que el costo político sea menor.
Estado, órgano para la opresión y represión
Debemos tener presente que el Estado capitalista siempre tratará de disciplinar a la clase trabajadora, por un lado con el amedrentamiento en los barrios a través de una política sistemática de gatillo fácil, y por otro actuando y cayendo directamente sobre los sectores organizados de la clase que buscan derrocar este sistema de hambre y miseria, que se plantean la lucha más allá de las reivindicaciones económicas, sociales o democráticas. Sólo en este marco se puede comprender la brutalidad del accionar que acabó con la vida de un militante popular.
La supuesta “democracia burguesa” enmascara una dictadura del capital que cada día somete a millones de trabajadorxs a la esclavitud asalariada. Para el régimen patronal, es imprescindible la defensa con uñas y dientes de sus intereses de clase si pretenden seguir viviendo a costa del sudor del pueblo trabajador.
Para ello cuentan con el Estado, que no es más que una herramienta de opresión de una clase sobre otra, una herramienta de la cual se sirven los burgueses para reprimir a la inmensa mayoría de lxs trabajadores. Pero también cuentan con la colaboración de la burocracia sindical, que forma un verdadero dique de contención de la lucha obrera.
Un nuevo gobierno del PJ y el caso de Chubut
Ante la situación que se abre con la derrota del gobierno de Macri y un próximo gobierno del PJ -que ya planteó la necesidad de un Pacto Social para “salir de la crisis”, lo cual implica más ajuste sobre nuestra clase- las políticas represivas que tome el Estado puede asumir diferentes formas.
Como decíamos, la tercerización puede ser una de ellas, y el reciente caso de Chubut, provincia que gobierna Mariano Arcioni del Frente de Todos, así lo demuestra. Allí hubo zona liberada y la patota del sindicato petrolero encabezada por José Ávila (amigo de Alberto Fernández) atacó los cortes y piquetes que mantenían lxs trabajadorxs docentes y estatales. Las similitudes de este hecho con lo sucedido el 20 de octubre de 2010 son muchas y nos deben poner alerta como clase, ya que pueden ser un indicio de lo que viene para quienes salgamos a luchar.
Una respuesta de clase al ajuste es el mejor homenaje a Mariano
El ajuste que estamos sufriendo actualmente, con cierre de fábricas, despidos, merma en las fuentes de trabajo, precarización laboral y tarifazos, que provocan una pérdida real de salario, es la descarga de las consecuencias de la crisis capitalista sobre las espaldas de las masas laboriosas. Y todo indica que se profundizará en el próximo periodo.
Es imprescindible una respuesta conjunta de lucha por parte de nuestra clase, apostando a coordinar los diferentes espacio de unidad que surgen de los distintos sectores de trabajadorxs, aunando las fuerzas para enfrentar en las calles las políticas de ajuste de los gobiernos tanto nacional como provinciales.
También debemos ser conscientes que el ajuste sólo pasa con represión y en consecuencia debemos prepararnos para contrarrestar y defendernos de todo intento represivo que quiera frenar nuestras luchas.
¡No hay posición intermedia: o estamos con los ajustadores, la burguesía, los banqueros y el FMI, o estamos con la clase trabajadora!
Al cumplirse un nuevo aniversario de su asesinato, seguimos la lucha de Mariano Ferreyra levantando bien en alto sus banderas: ¡Por un gobierno de lxs trabajadorxs! ¡Por la única salida real para nuestra clase: el socialismo!
¡Hasta la victoria siempre!