El 31 de octubre los trabajadores de Canale Llavallol recibían sus telegramas de despidos. Lejos de irse a sus casas o de evitar las calles, no se resignaron y salieron a dar la pelea, convirtiéndose en una referencia de lucha para la clase trabajadora. Hoy son una cooperativa, COTRAMEL.
Hace un año, Canale
En octubre de 2018, hace poco más de un año, el fuero comercial número 1 de la nación decretaba la quiebra con continuidad a la empresa IAMSA (Industrias Alimenticias Mendocinas), una de las unidades de negocios del Grupo Canale. La otra unidad, a la que pertenecía la fábrica CANALE de Llavallol, era del grupo REDEPA, que en aquel momento quedó sin resolución, lo que causó una enorme angustia e incertidumbre entre todos sus trabajadores.
Ese escenario crítico, sumado a que la empresa ya venía sin pagar desde hacía meses (el último sueldo había sido en julio de 2018), terminó de estallar el 31 de octubre cuando los 86 trabajadores recibieron los telegramas de despidos.
Frente a esa situación, en asamblea resolvieron luchar por defender sus fuentes de trabajo. Decidieron hacer un acampe en la puerta para evitar el vaciamiento de la planta, con la firme convicción de pronto volver a sus máquinas de trabajo.
Un largo camino de lucha hacia COTRAMEL
A partir de ese momento, siguieron la lucha por la construcción de una cooperativa de trabajo, bancando y resistiendo los cortes de luz y de gas, teniendo como único sustento la venta de la parrilla y algunas changas particulares que al día de hoy siguen realizando.
Durante todo este año nunca bajaron los brazos, siempre se mantuvieron con la frente en alto, sabiendo que esta pelea no era sólo suya y de sus familias, sino también de todas y todos aquellos laburantes que no se resignan y se animan a dar pelea contra las políticas de ajuste que llevan adelante las patronales, sus gobiernos, con la complicidad de las burocracias sindicales.
La solidaridad de la clase traspasa los límites de cualquier fábrica; y los trabajadores de Canale se han puesto a disposición de otrxs laburantes en situaciones similares, listos a socializar lo que han aprendido en este proceso de lucha contra la patronal.
Fue un camino largo de lucha, organización y unidad, que hoy continúa. Y es justamente por eso que hoy tienen el orgullo de decir que están produciendo, que la fábrica está dirigida por sus propios trabajadores, demostrando con su acción que en la sociedad no sobran lxs trabajadorxs, sobran los patrones.
Fortalecer la unidad de lxs laburantes
Debemos ser conscientes de que los patrones no se van a quedar de brazos cruzados, que van a querer seguir atacando a la clase, con más despidos y cierres de fábricas.
En el último tiempo, desde el PRC hemos conocido y acompañado a otrxs trabajadorxs que están sufriendo la misma situación en otras fábricas como Ansabo, Eitar, Kimberley Clark y tantas otras. Para con ellxs toda nuestra solidaridad y nuestro apoyo.
Los tiempos que se vienen serán duros para lxs trabajadorxs. El ajuste no se acaba con Macri. Hay una burguesía con una agenda lista para sacarnos derechos.
Por eso hay que seguir buscando la más amplia unidad de todxs aquellxs que, como en su momento lo hicieron lxs trabajadorxs de Canale, hoy están dando pelea en defensa de sus derechos al trabajo y a una vida digna.
No queremos reforma laboral, no queremos reforma previsional, no queremos pacto social. Queremos llevar el pan a nuestras casas, queremos tener un salario digno y queremos también un futuro mejor para nuestrxs hijxs.
¡Por eso hay que seguir organizándonos y coordinando todas las luchas, fortaleciendo la unidad!