La situación en Bolivia se ha definido con los viejos métodos de la lucha de clases en américa latina. Las fuerzas represivas y el ejército, garantes en última instancia de los privilegios de clase han presionado la renuncia de Evo Morales.

Luego de aceptar una auditoría de la imperialista OEA, luego de llamar a nuevas elecciones -lo que en los hechos envalentona a los sectores de derecha que denuncian un fraude electoral-, luego de llamar a los militantes del MAS y sus simpatizantes a la “paz”, Morales se vio forzado a renunciar por la presión del ejército y los motines policiales.
El golpe de estado es reaccionario
Claramente los sectores movilizados y apoyados por el imperialismo y las fuerzas represivas y armadas, con la dirección política de Mesa y el ultraderechista Camacho, representan un programa reaccionario, racista, clasista, misógino. Estas fuerzas ya han intentado enfrentar en la calle al gobierno de Morales. Sin embargo es la primera vez que logran el apoyo de las fuerzas armadas, y la unidad de las fuerzas de derecha entre los que se cuentan evangelistas, católicos, partidos políticos del régimen vinculados al poder encabezados por el expresidente Meza, que fuera echado por la movilización popular en 2003.
Frente a este escenario, la renuncia de Morales sirve al conglomerado de fuerzas reaccionarias para que se larguen a la ofensiva. Los pedidos de paz, cuando avanza la reacción, son funcionales. La única forma de detener la avanzada golpista es desarrollando milicias obreras y populares. Cualquier nueva concesión a los golpistas los va a ayudar a que se envalentonen en su revancha clasista y racista.
ABAJO EL GOLPE DE ESTADO CÍVICO MILITAR EN BOLIVIA
ASAMBLEAS POPULARES PARA ORGANIZAR LA AUTODEFENSA OBRERA
FORMACIÓN DE MILICIAS OBRERO-CAMPESINAS PARA DERROTAR EL GOLPE DE ESTADO
1) ¡ME SUMO A ESTA CONVOCATORIA EN REPUDIO AL GOLPE REACCIONARIO EN BOLIVIA! No hay que perder de vista, no obstante, que lo esencial es una pugna interburguesa con un movimiento de masas manipuladas por las fracciones en pugna, donde no parece haber genuinas tendencias hacia la independencia de clase 2) Por eso, es completamente sectaria y ultraizquiedista, y por lo tanto, golpista, la postura de sectores de izquierda (por ejemplo, del histórico POR boliviano) de colocarse en el «campo insurreccional» haciendo eje en la caída de Evo, para, ocupando ese campo, radicalizar el movimiento de acción directa hacia la dictadura del proletariado. La movida cívico-policial, y finalmente militar, fue instrumentada en todo momento por la derecha más reaccionaria. 3) Mi postura antigolpista no supone apoyo alguno al caracter burgués y capitalista del Gobierno de Evo Morales. Con el agravante de que el proceso de renuncia de Evo demuestra su adaptación y capitulación al proceso golpista. Pedirle a la OEA que juzgue el proceso electoral, y más allá de discrepar «técnicamente», aceptar el fallo de la OEA. Remover el tribunal electoral, convocar a nuevas elecciones, y aceptando el pedido de las fuerzas armadas, finalmente renunciar a la presidencia. Es un mensaje de derrota que desmoraliza la resistencia antigolpista. 4) En conclusión, también el desarrollo de fuerzas productivas que tuvo Bolivia bajo el gobierno de Evo POTENCIÓ las pugnas interburguesas, aumentó la desigualdad social (a lo Chile). Evo pretendió perpetuarse en el poder sobre un típico modelo bonapartista, pero la burguesía de carne y hueso, (especialmente de los sectores más ricos (Beni, Santa Cruz de la Sierra), que ya lo habían hecho años atrás, vieron la oportunidad de tomar directamente el poder, sea por la vía electoral, o como está sucediendo ahora, a través de una operatoria golpista. Fernando Gustavo Armas
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