Chile: la rebelión vista desde adentro

La rebelión popular en Chile ya lleva más de 50 días. Lo que el 18 de octubre estalló como repudio de estudiantes secundarios a la subida del costo del pasaje del metro, rápidamente se ha extendido a distintos sectores sociales y ha comenzado a ser una crítica del modelo de acumulación y exclusión que sufre la clase trabajadora de chile. Desde el PRC pudimos viajar a Santiago de Chile para solidarizarnos con el pueblo trabajador chileno y conocer de cerca está valiosa experiencia de lucha popular.

La “rebelión” se transformó en una verdadera crisis institucional que pone en jaque al régimen, combinando elementos de autodefensa de masas y acciones directas.
Para entender las raíces de este proceso, hay que tener en cuenta algunos datos de la estructura socioeconómica chilena:
– En Chile la burguesía se encuentra totalmente concentrada en 7 familias.
– El salario mínimo es de 300.000, cuando la canasta familiar está en 500.000 pesos chilenos aproximadamente.
– La educación y la salud son pagas, incluso las estatales.
– El sistema de previsión social es privado, con pensiones de miseria (salvo para los policías y militares que tienen su propio régimen) lxs estudiantes viven endeudados toda su vida para poder pagar la universidad, lxs trabajadorxs se endeudan para poder pagar la universidad, y lxs jubiladxs se mueren sin recibir remedios, y no pudiendo pagar las deudas.

Uno de los aspectos a destacar es que la situación no es de crisis económica como se viene diciendo: para la burguesía los números dan bien pero en una situación de recesión económica.
La tasa de desocupación es del 6%
La inflación del 0% al 3% anual
Un balance comercial positivo o negativo pero muy bajo
Una deuda internacional casi inexistente
El 80% del empleo es de PyMES, producto de la crisis se produjo una baja del consumo del 20%que puede llevar al cierre de muchas empresas
Pero la mayor parte del PBI se concentra en el sector minero y en la actividad portuaria sector de la “oligarquia proletaria” con sueldos que rondan los 4000 dolares mensuales.
El desarrollo sindical es muy bajo con un aproximado del 3% de sindicalización, por lo que se trata de un sindicalismo muy débil y con negociaciones por empresa o individuales.

Esto repercute por supuesto con crudeza en la clase trabajadora que ve muy limitada su calidad de vida, teniendo que contraer deuda para acceder a salud y educación; pero que aún hoy puede acceder a cubrir mínimamente la canasta básica (lo que difiere con la Argentina del 2001, donde directamente el hambre motivó el inicio de la protesta social)

Chile vive una situación de desigualdad total con una burguesía totalmente homogénea que posee el 90% de la riqueza del país, y una coalición de gobierno que gobierna para la perpetuación del régimen. La rebelión popular se monta en varias luchas que se dieron reclamando por diferentes reivindicaciones (contra las AFP, por educación y salud gratuitas, contra el SENAME, por salarios dignos, entre otras) tratando de lograr reformas de manera pacífica. Al no lograr dar vuelta esta situación, los reclamos pacíficos se transformaron en la necesidad de una lucha por “cambiarlo todo”.

Con una rabia generalizada la revuelta lleva ya 50 días de lucha, donde se combinan la organización de la autodefensa ante la brutal represión que desató el gobierno y acciones directas que se manifiestan en ataques ofensivos a estandartes del régimen como bancos, comisarias, iglesias, farmacias y otros iconos del sistema burgués. El escenario, es de confrontación constante al intento del orden en todo el país, cada paso que da el gobierno en pos de reestablecer el orden pero sin cambiar nada de fondo logra que la llama de la revuelta siga viva. Al mismo tiempo de la confrontación callejera, ha fomentado un desarrollo de deliberación política territorial en el formato de asambleas populares o cabildos, donde se comienza a organizar la autodefensa y la discusión política sobre la salida a la crisis.

Las asambleas están tomando fuerza recientemente, sobre toda en las ‘ poblaciones’ (barrios populares) a veces no tienen correlato con la organización municipal (comunal) y recien estan empezando a coordinar entre ellas. Se van forjando también las coordinaciones de asambleas en todo el territorio chileno. Dichas coordinaciones son incipientes y aun no tienen estructura formal. Dentro de Santiago mismo las asambleas también han comenzado a coordinar. Generalmente se hacen en espacios abiertos, reúnen des de decenas a centenares de personas. Algunas personas son elegidas para los roles de ‘voceria’, lo que significa que llevan el mandato de la asamblea. Las asambleas más grandes tienen también comisiones de trabajo. Otro espacio similar de pero de características diferentes son los ‘cabildos’. La tradición de los cabildos se remonta a la época colonial donde eran organismos de carácter más bien consultivos. En la actualidad, los cabildos funcionan como espacios de participación pero algunos son empujados por los mismos municipios sin tener el carácter resolutivo que pretenden tener las asambleas.

En nuestra visita reciente, pudimos participar de una asamblea en una población del norte de Santiago vecina del histórico barrio de «La bandera», espacio de resistencia durante la dictadura. Un compañero chileno nos presenta, explica que venimos desde Argentina para dar nuestro apoyo y solidaridad. Una vecina nos cuenta muy conmovida que “este es un proceso que esperábamos hace 30” y señala la tradición de lucha contra las represión en la dictadura.

El apoyo a todo el movimiento, que la población misma llama ‘rebelión’ es muy alto. Las encuestas, llevadas a cabo por medios del mismo régimen, dan de un 70 a un 80 por ciento de aceptación, número que se intuye debe ser aún mayor. El último fin de semana, otra encuesta sobre la popularidad de Piñera dio como resultado un lastimoso 4%. Los altos índices de apoyo son más que significativos ya que la resistencia a la represión se ha dado con altos niveles de autodefensa y autoorganización e incluso se ha avanzado con acciones directas. La llamada «1era linea» cuenta con una red de aprovisionamiento de elementos de cuidado que han tejido las organizaciones, pero también las propias asambleas, donde se juntan elementos de autocuidado (máscaras anti gas, protectores oculares, elementos de primeros auxilios) o dinero para comprarlos
Una de nuestras anfitrionas en Santiago nos lleva a recorrer la ciudad y nos señala los lugares donde se apostan para alcanzar las provisiones a la 1era línea. En una de las ocasiones, nos cuenta ella, que mientras trataba de hacer llegar los elementos de cuidado, son rociados directamente por los pacos. «Un cabro me ayudo para que pudiera respirar porque los gases eran muy fuertes; cuando le pude dar las cosas que había llevado, me abrazo y me agradeció mucho” nos cuenta emocionada. Muchas personas coinciden que si bien este proceso viene gestándose de larga data, sobre todo en la resistencia a la dictadura, pero la juventud ha recogido el guante y es el motor de la rebelión. En las últimas décadas, la juventud ha sido, sin duda, protagonista de grandes procesos de lucha como el pinguinazo de 2006 y las revueltas estudiantiles de 2010-2011. Por supuesto no hay que olvidar que este mismo proceso comienza con la ‘evasión’ del pago del pasaje del metro por parte de estudiantes secundarios en repudio a un aumento que podría considerarse irrisorio, pero que fue suficiente para encender la mecha

Hoy la revuelta se encuentra en una situación abierta, con todo el arco político intentando resolver la salida a la crisis con una reforma constitucional que pueda resolver la crisis institucional de cara al sostenimiento del régimen. Algunos espacios ven imposible que el mismo régimen encuentre salida; consideran que el grueso de la población ha pasado por alto el acuerdo de pacificación, creen que el frente amplio esta desintegrado y que el auge de masa continuara en ascenso y que incluso podría extenderse a otros países de la región. Otros espacios consideran que luego del proceso constituyente que inicia en abril se podría dar espacio a que posteriormente un frente amplio «ampliado» se presentara a elecciones con una fórmula que llame a la unidad nacional y pudiera, aun con poca legitimidad, encauzar el proceso en una salida institucional. Lo cierto es que la represión ha aumentado, dejando más de 20.000 personas procesadas , más de 2000 personas en prisión preventiva, mas de 250 personas con daño ocular y una veintena de personas asesinadas por el aparato represivo. Al mismo tiempo que se acaba de votar la ley anticapucha que buscar reprimir aun mas las protestas sociales. Si bien, estamos ante un escenario abierto donde el recrudecimiento de la política represiva tiene el claro el objetivo de reinstaurar la paz social y una burguesía compacta y homogenea que no esta dispuesta a dar nada, con lo que no ha hecho más que sostener viva la capacidad de movilización en todas las regiones del país. Con una organización politica en los territorios que comienza a ser cada vez mas organizada y de tintes nacionales, lo que en Chile se esta poniendo la cuestión del poder vivo en la lucha de clases.

¡Por el poder obrero!
¡Viva las asambleas populares chilenas!
¡Unidad del pueblo mapuche y chileno!
¡Fuera Piñera!
¡Basta de terrorismo de Estado!

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