La campaña electoral comienza a delinearse en torno a las propuestas de salida a la crisis actual. Massa, Macri y Lavagna han presentado sus propuestas de consensos en torno a 10 puntos. El PJ de Argentina Federal propuso sus 16 puntos y Cristina Kirchner propuso un contrato social emulando el de Perón y Gelbard. Las y los trabajadores debemos desnudar el carácter de clase de estas propuestas.
Macri, entre el marketing y el FMI
Los 10 puntos que propuso el gobierno expresan la necesidad de que todas las fuerzas políticas del régimen se comprometan a continuar la política económica trazada por Cambiemos, el FMI y los EEUU.
Básicamente, seguir pagando los miles de millones de dólares que el gobierno argentino debe a acreedores privados y al FMI, mantener la política económica recesiva y privilegiar la exportación de materias primas.
En otros puntos vuelve a la carga con la agenda que aplaude todo el empresariado. Las patronales, sean PyMES o grandes, multinacionales o nacionales, vienen exigiendo la reforma laboral, previsional, y la rebaja de impuestos. Básicamente, quitarnos derechos: disminuir salarios, aumentar la jornada laboral, prolongar la edad de trabajo, disminuir los haberes jubilatorios y conseguir que las patronales no paguen cargas sociales por sus empleados, además de otras exenciones impositivas.
En resumen, la propuesta de Macri es una agenda anti obrera, que parte de la idea de que la crisis se salda aumentando la explotación sobre la clase trabajadora.
Los 10 puntos de Lavagna
En el juego del marketing electoral, el precandidato Lavagna (que sigue intentando expresar la posibilidad de un gobierno de unidad nacional de todas las fuerzas políticas del régimen) busca también representar la agenda de las patronales.
Con un disfraz progresista, que habla de justicia social y derechos humanos, Lavagna sigue los lineamientos de la Reforma Laboral, Previsional e Impositiva que plantan las cámaras empresarias.
Nuevamente las y los trabajadores debemos estar alertas y no dejarnos engañar por las apelaciones discursivas a la justicia social. Bajo esta consigna general, se esconden las ideas de conciliar entre trabajadores y empresarios.
En un marco de crisis, los empresarios quieren negociar convenios a la baja, como en Vaca Muerta, donde ya son ocho los asesinatos laborales en los últimos 15 meses.
El acuerdo ciudadano de Cristina Kirchner
El 9 de mayo, la expresidenta y representante de una de las fuerzas políticas más grandes del régimen hizo la presentación de su libro. Más allá de la capacidad de Cristina para movilizar a sectores de la población, nos interesa detenernos en su propuesta de cómo abordar la salida ante esta crisis económica y política.
En los hechos, su planteo no es diferente en lo metodológico al de Macri o Lavagna. Llamó a un contrato ciudadano, recordando el que Gelbard estableció entre cámaras empresariales y la CGT durante el gobierno de Cámpora y de Perón.
La propuesta de Cristina no se diferencia de las otras dos puesto que aquí también se negocia a la baja nuestra calidad de vida en ámbitos cerrados sin participación activa de la clase trabajadora.
En el actual contexto inflacionario, un acuerdo de este tipo sería una convalidación de la disminución del poder adquisitivo de los 4 años macristas.
Consenso nacional o unidad de la clase
Las fuerzas políticas del régimen preparan una campaña de legitimación del ajuste.
A través de la idea del diálogo y el consenso buscan entrampar al conjunto de la clase trabajadora en una única salida.
Desde Macri hasta Lavagna, desde Picheto hasta Cristina Kirchner, hablan de acuerdos para salir de la crisis, acuerdos que plantean la continuidad del FMI, el pago de la deuda y que son a espaldas de la clase trabajadora.
La disyuntiva de hierro de la hora es: o consenso nacional para el ajuste o unidad de la clase trabajadora para una salida política que nos beneficie.
¿Qué fue del Pacto Social impulsado por Perón-Gelbard?
En su discurso en la Sociedad Rural con motivo de la presentación de su libro, Cristina Kirchner habló de un contrato ciudadano e hizo referencia al Pacto Social del último gobierno de Perón motorizado por el empresario y ministro Ber Gelbard.
Brevemente, ¿qué ocurrió con ese pacto social?
El pacto social del último gobierno de Perón implicaba un aumento de las naftas (tarifazo) superior a los aumentos salariales y un congelamiento de las paritarias por dos años, así como el congelamiento de precios de algunos productos de la canasta básica.
Es necesario recordar que el pacto social de Perón fue altamente desobedecido por la clase trabajadora, que venía de voltear la dictadura de Onganía-Lanusse y necesitaba recuperar derechos y libertades aplazados por años.
Ante esas luchas obreras, el gobierno de Perón levantó la Triple A para garantizar el pacto social y reprimir a las y los trabajadores que luchaban por sus demandas postergadas, mientras que las patronales, que desabastecían y aumentaban precios violando el pacto, no recibieron ninguna sanción ni represión.
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