Ante las elecciones del SOEIA

El próximo martes 25/6 se llevarán adelante las elecciones en el Sindicato de Obreros y Empleados de la Industria Aceitera de Capital Federal y Gran Buenos Aires, donde lxs trabajadorxs elegirán a quienes conducirán y lxs representarán durante el próximo periodo. 

 Por primera vez, desde que se recuperó la federación, allá por el 2013, se presentarán dos listas: la que actualmente dirige el sindicato y tiene como secretario general a Ezequiel Roldán y otra conformada por parte de la comisión interna, tanto de Dánica Llavallol como de Molino Cañuelas. Los principales impulsores de cada una de las listas comparten actualmente la dirección de la federación aceitera a nivel nacional y ambos fueron parte de conquistas históricas, como aquellos 25 días de huelga, pero también son parte de un viraje en la política sindical (Ver acá) que se viene dando durante al menos los últimos dos años.  

Esta situación eleccionaria lleva a que compañeros que han ocupado la misma trinchera de lucha se encuentren divididos y dividan también a la base. 

Desde el PRC venimos acompañando los distintos conflictos que se fueron sucediendo en este último tiempo y en el mismo sentido queremos aportar humildemente nuestro punto de vista sobre cómo vemos estas elecciones, en el marco de una profunda crisis económica que ataca incesantemente las condiciones de vida de la clase trabajadora

La organización de lxs trabajadorxs

Lo primero que nos parece importante remarcar es qué función cumplen los sindicatos, como decía Luis Pujals: “Los sindicatos son organismos de masas, por lo tanto, los más amplios posibles -de hecho, en nuestro país abarcan a todos los integrantes de una rama industrial-. Su misión es la de defender los intereses económicos inmediatos de los trabajadores en su permanente lucha contra los patrones. (…) organización que le permite agruparse para llevar adelante la lucha por mejores salarios, mejores condiciones de trabajo, etc. O sea, la lucha económica (…) El sindicato es un organismo amplio, de masas, donde pueden estar y deben estar todos los que están dispuestos a luchar contra los abusos de la patronal y por las reivindicaciones económicas.”[1]

Lo que nos agrupa en sindicatos es nuestra condición de explotadxs en este sistema social en el que vivimos y por lo tanto nos sirve para organizarnos para la lucha contra la patronal, es decir, nos agrupa como clase trabajadora, incluso más allá de nuestras posiciones políticas, apoyemos a tal o cual partido político, siempre y cuando mantengamos la independencia política respecto de esos partidos, tengamos como herramienta de deliberación la democracia obrera (las asambleas) y la combatividad como método de lucha, eso es lo que nos diferencia con la burocracia sindical.

En este sentido nos parece humildemente, que no hay diferencias entre ambas listas, pueden existir matices, que seguro los hay, pero en términos generales no vemos diferencias que ameriten el armado de dos listas, cuando el contexto político nos pide a gritos la unidad de lxs trabajadorxs.

Entonces, cómo primera observación está el no haber podido saldar esas diferencias y haber avanzado en una lista única conformada por lxs compañerxs más representativxs de cada una, o bien haber elegido una forma más democrática de resolver su armado, a través, por ejemplo, de la participación de lxs propixs compañerxs de fábrica, eligiendo por sector a su representante.

La necesidad de la unidad para enfrentar el ajuste

Ante los despidos, la rebaja salarial y los cierres de fábrica, que lxs trabajadorxs tanto de Cofco como de Dánica han vivido en carne propia, se hace imperiosa la necesidad de unir a la clase para enfrentar el ajuste en curso, y en esto juega un rol decisivo tanto la federación a nivel nacional como el sindicato a nivel seccional, sabemos que los congresos de la federación existen y son reales, pero también sabemos que eso sólo no alcanza para que el conjunto de lxs trabajadorxs tome en sus manos la herramienta del sindicato, participen y se formen como representantes genuinxs de lxs trabajadorxs. Creemos que el método está, pero debe usarse sobre todo en estos tiempos cuando las patronales acechan cada una de nuestras conquistas. Y que hoy existan dos listas cuando es imperiosa la necesidad de la unidad es una debilidad que en parte se debe a la falta o, más bien, a la poca profundidad en la formación de compañerxs por parte de la dirección sindical.

 A modo de conclusión

Ante la falta de unidad, que hubiese sin dudas fortalecido a la organización sindical, desde el PRC nos parece que es necesario que todxs lxs trabajadorxs aceiterxs se interioricen tanto de las propuestas de cada una de las listas como de las prácticas de cada unx de lxs dirigentes, y a partir de ese balance elegir a aquellxs compañerxs que se han destacado en la defensa de los intereses del conjunto de lxs obrerxs.

Pero creemos oportuno también marcar que gane quien gane la conducción del sindicato, será indispensable trabajar en pos de la unidad de lxs trabajadorxs aceiteros, así como también abrir todas las instancias democráticas para fortalecer la base y poder enfrentar el ajuste sobre nuestra clase.

[1] “El Combatiente” Nro. 56, El papel de los sindicatos, marzo de 1971

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